Usted está aquí: martes 10 de junio de 2008 Cultura Irma Morales recibió la Medalla Bellas Artes por su trayectoria en la danza

■ La prima ballerina interpretó el papel de Julieta en su despedida de los escenarios

Irma Morales recibió la Medalla Bellas Artes por su trayectoria en la danza

■ La homenajeada hizo gala de sus cualidades artísticas y el público respondió con larga ovación

Fabiola Palapa Quijas

Ampliar la imagen Irma Morales, la noche del domingo, durante el adiós a la prima ballerina de la CND, en el Palacio de Bellas Artes Irma Morales, la noche del domingo, durante el adiós a la prima ballerina de la CND, en el Palacio de Bellas Artes Foto: Luis Humberto González

La prima ballerina de la Compañía Nacional de Danza (CND), Irma Morales, recibió este domingo la Medalla Bellas Artes por su trayectoria artística de 23 años, durante la función del ballet Romeo y Julieta en el Palacio de Bellas Artes en la que se despidió de los escenarios.

La titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Teresa Franco, reconoció y elogió la técnica de Morales, así como su disciplina, disposición y sencillez: “Es un honor entregarte la mayor presea y rendirte un merecidísimo homenaje, porque has entregado tu cuerpo y tu vida a la danza”.

Morales hizo gala de sus cualidades técnicas y artísticas en Romeo y Julieta, del coreógrafo John Cranko, la célebre historia de los amantes de Verona, escrita por William Shakespeare, en la que se conjugan el drama, el romance y la tragedia.

El homenaje se inició con la proyección de un video con fragmentos de las obras El lago de los cisnes, La bella durmiente, Coppelia, Don Quijote, Giselle, Raymonda, La bayadera, Grand pas de quatre y Romeo y Julieta, en las que Morales ha interpretado los papeles principales.

Asimismo, se resaltó su participación con el Ballet Clásico de Zaragoza, España, y los varios premios obtenidos a lo largo de su trayectoria.

Experiencia y carisma

Con música de Sergei Prokofiev, Morales y Raúl Fernández interpretaron los personajes principales del ballet neoclásico, que fue fácil de seguir por la experiencia y carisma de los bailarines, quienes cautivaron a los espectadores.

La historia de la pieza –dividida en tres actos– se desarrolla en la hermosa Verona del siglo XVI, donde dos familias rivales: los Montescos y los Capuletos viven una amarga venganza.

La obra contó con escenas vibrantes en las que Guillermo Ríos, Héctor Jiménez, Carlos Carrillo, Luis Zamorano, Francisco Rojas y Raúl Fernández también mostraron su destreza con la espada.

Los aplausos se escucharon cuando apareció en el escenario la frágil Julieta (Morales), quien jugaba con su nodriza.

Las inconfundibles piernas y pies de Morales, aunadas a su talento, como ha expresado en varias ocasiones el director de la CND, Dariusz Blajer, comenzaron a recorrer el escenario.

Otro momento que provocó el aplauso del público y arrancó hasta una sonrisa fue la escena del Rey del Carnaval con su séquito de payasos y acróbatas, quienes ejecutaron saltos y alzamientos atrevidos, mientras en una esquina permanecía Romeo muy triste y melancólico.

Entre cada escena, los bailarines principales y solistas mostraron su virtuosismo al bailar la música de Prokofiev, que agrega dramatismo a la historia de amor de Romeo y Julieta, que culmina con el suicidio de los amantes.

Al finalizar la obra, el público ovacionó durante varios minutos a la bailarina, al recibir la Medalla de Bellas Artes y se escuchó a la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Guido Maria Guida, interpretar Las golondrinas para despedirla.

Al homenaje dedicado a Irma Morales asistieron importantes figuras del gremio dancístico como Gladiola Orozco, Michel Descombey, Sylvie Reynaud, Nellie Happee, Guillermo Arriaga y José Rivera Moya.

 
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