Usted está aquí: domingo 15 de junio de 2008 Política El racismo en EU impone discriminación de lenguas indígenas y hablar sólo inglés

■ Educadora oaxaqueña alerta sobre la marginación que viven inmigrantes en ese país

El racismo en EU impone discriminación de lenguas indígenas y hablar sólo inglés

■ Los menores que no asisten a la escuela son los más vulnerables a abusos y explotación, afirma

Laura Poy Solano

La atención a la población indígena migrante en Estados Unidos no sólo es “necesaria, sino urgente, pues miles de connacionales enfrentan una política racista que los condena al olvido de sus lenguas maternas y también a la marginación”, afirmó Reyna Felipe Jiménez, maestra de educación indígena de la región de Tuxtepec, Oaxaca.

Tras participar en el programa de becas de la Asociación Cooperativa de Estados (CASS, por sus siglas en inglés), auspiciado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la cual otorga dichos estímulos a maestros de comunidades rurales de naciones en desarrollo, Reyna Felipe Jiménez destacó que en ese país los niños indígenas “sufren discriminación, porque no cuentan con las condiciones para desarrollar su lengua materna; en muchos casos son monolingües y se ven obligados a enfrentar el inglés como única alternativa de comunicación”.

La profesora agregó que en las escuelas públicas “sólo hay esfuerzos aislados para atender a la población indígena, en particular a los hablantes de náhuatl y zapoteco, pero no es una política de Estado; por el contrario, se enfrentan demasiados obstáculos para conservar la lengua materna y hasta el español, que aún son considerados factor de estigmatización”.

En Estados Unidos, insistió, se han negado a reconocer el potencial cultural y lingüístico de la población indígena migrante, pues prevalece un “rechazo a su idioma y a sus costumbres, sin valorar que se trata de personas que abandonan sus comunidades huyendo de la pobreza y que en sus tradiciones y cultura llevan conocimientos milenarios, los cuales deben ser reconocidos y valorados”.

Comunidades devastadas

Felipe Jiménez, profesora de la escuela primaria Narciso Mendoza, de la comunidad de Agua Fría Piedra del Sol, del municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, destacó que en territorio estadunidense hay presencia de “casi todas las etnias, aunque entre los originarios de Oaxaca prevalecen los mixtecos, zapotecos y mixes, es decir, los pueblos que enfrentan mayor marginación y pobreza”.

Agregó que el flujo constante de hombres, mujeres y niños que abandonan las comunidades rurales de entidades en extrema pobreza, como Oaxaca y Chiapas, “también tiene un efecto devastador en los pueblos, porque percibimos cómo se destruye la familia; porque se van los padres, y los niños quedan en el abandono, pero cuando se los llevan, en Estados Unidos tampoco reciben atención”.

Es preocupante, alertó, que la mayoría de los menores indígenas no tienen acceso a la educación “porque están confinados las zonas rurales, donde se trasladan con su familia para trabajar en los campos agrícolas, alejados de las ciudades, y por ello son más vulnerables a los abusos y la explotación, pues en su mayoría no asisten a la escuela”.

En las zonas urbanas, a pesar del esfuerzo de “pequeños grupos y organizaciones de migrantes por defender su cultura, se carece de profesores capacitados para atender a la población monolingüe y prevalece un abandono de las lenguas indígenas, a pesar del esfuerzo que se realiza por mantener vivas la cultura y las costumbres”.

 
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