Usted está aquí: jueves 19 de junio de 2008 Capital La violencia criminal se convierte en el tema que más preocupa a los niños

■ Armas y sangre, lo más recurrente en un concurso de ensayo y dibujo para menores

La violencia criminal se convierte en el tema que más preocupa a los niños

■ El trabajo ganador recrea un asalto en un microbús y la forma en que afecta a una familia

Mirna Servín Vega

Ampliar la imagen El dibujo con el que cierra el trabajo ganador del certamen organizado para el séptimo Congreso Infantil y Juvenil de Seguridad de la Ciudad de            México El dibujo con el que cierra el trabajo ganador del certamen organizado para el séptimo Congreso Infantil y Juvenil de Seguridad de la Ciudad de México

Ampliar la imagen Los efectos de la criminalidad llegan ya a los niños. En la imagen, operativo en busca de armas en el paradero Indios Verdes Los efectos de la criminalidad llegan ya a los niños. En la imagen, operativo en busca de armas en el paradero Indios Verdes Foto: Víctor Camacho

Las armas y la sangre son las imágenes más frecuentemente dibujadas por niños de primaria y secundaria y sus mayores preocupaciones son los asaltos y las drogas, de acuerdo con más de 11 mil ensayos y dibujos recibidos durante el séptimo Congreso Infantil y Juvenil de Seguridad de la Ciudad de México, organizado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF).

Ingrid Paola, de 10 años de edad, relató en su ensayo como el señor Agustino, que maneja el microbús número 58, de la ruta 14, fue asaltado por tres hombres, lo que afectó la vida del chofer y los pasajeros, además de su relación con la policía y su perspectiva sobre denunciar los delitos.

“Eran tres, uno de ellos empezó a gritar ‘denme todo lo que traigan, hasta usted chofer, denme todo lo que traigan’, repetía y repetía. Mientras su cómplices pasaban unas bolsas, todos los pasajeros muy asustados entregaban lo poco que tenían.”

La niña, que estudia en la escuela primaria Beatriz Velasco de Alemán, en la delegación Iztapalapa, relató en tiempo lineal no sólo los diálogos provocados por el miedo, sino también por la indignación, pero acompañada en todo momento de sentimientos de solidaridad y empatía entre las víctimas.

“Una señora dijo: estamos bien pero yo me he quedado sin dinero y no tengo forma de regresar a mi casa. Los demás decían lo mismo. Entonces, don Agustino se ofreció a llevarlos a todos a sus casas sin importar la hora que terminara. Ya muy tarde llegó a su casa y su esposa Meche lo esperaba con sus hijos, muy preocupados.”

Acerca de la percepción de los niños sobre la seguridad, el titular de la SSP-DF apuntó que no sólo es sorprendente la numerosa participación de los niños y niñas de todas las delegaciones de la ciudad, sino que los menores “ ya no nada más sacan las armas dentro de los dibujos, sino que también ya sacan la sangre”.

Aseguró que esto revela una situación preocupante que hace necesario que las autoridades trabajen en las escuelas desde diferentes aspectos.

Este tipo de preocupaciones fue reflejado por Ingrid Paola en su relato, que fue merecedor del primer lugar en la categoría infantil y por el que recibió como regalo una computadora, entregada por la SSP-DF.

En su escrito, la niña, que cursa el quinto año de primaria, describió como el chofer del microbús le cuenta a su familia sobre el asalto y el hecho de que ninguno de los pasajeros quiso denunciarlo por no perder tiempo.

En la plática reseñada por la niña, don Agustino se entera de que ese mismo día otro de sus compañeros sufrió otro asalto con un final diferente.

“Arturo, otro microbusero, también lo habían querido asaltar, pero entre todos agarraron a los asaltantes y los golpearon, mientras otros llamaban a la policía. Cuando llegó la patrulla, todos fueron a denunciarlos y así los pudieron encerrar.”

La niña continúa el diálogo entre el chofer y su esposa:

“‘¿Ustedes hicieron lo mismo?’, ‘no viejita, ¿qué crees?, que nadie quiso porque decían que la policía no hacía nada y que nada más iban a perder el tiempo’. ‘Pero no, Agustín, si todos denunciáramos, la corrupción y estos asaltos, la policía se pondría las pilas y juntos combatiríamos esos problemas, que sí se pueden solucionar’”.

El trabajo de Ingrid Paola continúa exponiendo, mediante sus personajes, cómo la denuncia podría solucionar parte de la impunidad de los asaltantes y termina con un dibujo de un hombre que sostiene un arma y dice: “Denme todo lo que traigan, pero ya”.

En esta ocasión, el séptimo congreso recibió las inquietudes de los menores por medio de 11 mil 909 ensayos y dibujos.

Como innovación, este año se creó una categoría especial para menores con capacidades diferentes de los Centros de Atención Múltiple y un grupo de jóvenes hipoacúsicos, que sumaron un total de 211 participantes.

En esta ocasión las niñas tuvieron una mayor participación al sumar 6 mil 488 estudiantes por 5 mil 421 niños. El 89.6 por ciento de los trabajos presentados fueron en la categoría de artes plásticas, que sumaron 10 mil 672, por mil 237 jóvenes en ensayo literario.

Para esta edición los presidentes del jurado fueron Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sociedad General de Escritores de México, para Ensayo Literario, y para artes plásticas, Ignacio Salazar Arroyo, director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

 
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