Usted está aquí: lunes 23 de junio de 2008 Sociedad y Justicia Trabajadores de Bachoco pelearán contrato colectivo

■ Denuncian hostigamiento laboral y sindicato blanco en Sinaloa

Trabajadores de Bachoco pelearán contrato colectivo

■ Denuncian condiciones de trabajo inseguras y cerrazón al diálogo

Carolina Gómez Mena

Ampliar la imagen Empleados de Bachoco realizaron en abril pasado una manifestación frente a la planta de Culiacán por la muerte de una compañera en su lugar de trabajo Empleados de Bachoco realizaron en abril pasado una manifestación frente a la planta de Culiacán por la muerte de una compañera en su lugar de trabajo Foto: Leo Espinoza

Ante “el hostigamiento y la violación” de los derechos laborales que prevalecen en Bachoco, en las instalaciones de Sinaloa, trabajadores de esa empresa –cuyo accionista mayoritario es el gobernador local Eduardo Bours– determinaron organizarse para solicitar la titularidad del contrato colectivo de trabajo, el cual está en manos de un “sindicato blanco de la CTM, encabezado por Juan Ramón Vega, quien está en contubernio con la empresa”.

Expresó lo anterior Luis Javier Corvera Quevedo, asesor jurídico de los trabajadores despedidos de Bachoco, quien agregó que pese a que la empresa había esbozado cierta apertura para solucionar los problemas laborales, actualmente los directivos muestran una “total cerrazón”, al grado que continuaron las “acciones de terror para amedrentar”, con el fin de aplacar cualquier queja e intento de organización.

Entre los atropellos, dijo, se encuentran los despidos injustificados, la falta de respeto a los horarios laborales, la negación de la existencia de riesgos de trabajo y la falta de aplicación de medidas después de que hace algunas semanas ocurrió una fuga de amoniaco, por la que se presume que persiste la toxicidad en las instalacione de la empresa.

En entrevista, Corvera Quevedo precisó que lo anterior ha sido la actitud de los directivos, tanto a nivel nacional como local, pues “aunque nos reunimos con Marco Antonio Ramírez, coordinador de la zona noroeste, incumplió los acuerdos e incluso continuó con los despidos, pese a que habíamos determinado retrasar una queja ante la Procuraduría del Trabajo”.

Agregó que el martes pasado el Congreso estatal acordó que la Comisión de Trabajo y Previsión Social realizara una “revisión en Bachoco –cuyas instalaciones se encuentran en la carretera Culiacán-Costa Rica–, particularmente por la fuga de amoniaco, y por el hecho de que los directivos despidieron a un trabajador que dio aviso del hecho a los bomberos, con el argumento de que estos no tenían por qué enterarse de lo ocurrido”.

La semana antepasada Bachoco Sinaloa (donde trabajan mil 200 empleados) había accedido a revisar algunos aspectos de sus exigencias, pero ahora la situación está como al principio, señaló el abogado.

Jornadas extenuantes

En tanto, Nataly Guerrero, una de las trabajadoras afectadas, dijo que entre los principales problemas están las “extenuantes” jornadas a que son sometidos los empleados del turno B, a quienes, tras las ocho horas laborales de ley, en promedio se les imponen otras cinco “porque los jefes dicen que hay que terminar la producción de pollo y entonces salimos cerca de las tres de la mañana”.

Guerrero narró a este diario que los jefes “no aceptan una negativa a que trabajemos después del horario de salida, porque eso es motivo para que nos corran”.

En este sentido, Corvera precisó que la empresa les había prometido que “convocarían a trabajadores de fuera y que también establecerían un convenio con la Universidad de Sinaloa para que estudiantes cubrieran esas horas, en lugar de acceder a crear un turno nocturno”.

Otro de los problemas de Bachoco –donde el sueldo mensual de un obrero es en promedio de 3 mil 500 pesos al mes–, narraron los afectados, es la “negativa” a reconocer los “riesgos y accidentes de trabajo”.

Un caso es el de Araceli González, quien hace cinco años se “golpeó la nuca con una banda y sufre desmayos frecuentes, no obstante que a la empresa se la ha conminado a reconocer que fue un accidente de trabajo. Aunado a esto existe el temor de que en la planta haya algún tipo de contaminación derivada de la fuga de amoniaco ocurrida el 23 de mayo pasado”.

Fallecimiento

Además, indicaron que los empleados están preocupados pues tras el fallecimiento de una de sus compañeras, Briseida Cruz Quintero, de 19 años (antes de la fuga referida), otros trabajadores han presentado síntomas similares a los que ella manifestaba, como dolor de cabeza excesivo, desmayos y vómitos.

Se les había dicho que la razón del deceso había sido un derrame cerebral, pero luego de insistir ante la empresa, ésta otorgó a sus familiares una indemnización de 101 mil pesos.

Refirieron que este fallecimiento fue el detonante del movimiento de demanda de mejores condiciones de trabajo, el cual comenzó con un paro vespertino realizado el 23 de abril, el cual desató la “represión” y los despidos “injustificados”.

Guerrero precisó que otra demanda que no ha tenido respuesta es la dotación de la ropa de trabajo, como botas, mandiles, guantes, cubre bocas y cofias; citó que la excusa para no remplazar con prontitud la indumentaria desgastada es “falta de presupuesto”.

 
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