Usted está aquí: domingo 29 de junio de 2008 Sociedad y Justicia Cumple la Marcha Lésbico Gay 30 años, entre algarabía y demandas

■ Encabezan la celebración los pioneros del desfile que salieron a las calles en 1978

Cumple la Marcha Lésbico Gay 30 años, entre algarabía y demandas

■ Participantes exigen que les reconozcan sus derechos laborales, a la salud y a la libertad sexual

■ Debemos trabajar para tener un país con lugar para todos y todas, indica Emilio Álvarez Icaza

Ángeles Cruz Martínez

Ampliar la imagen Integrantes de la comunidad lésbico gay en Reforma Integrantes de la comunidad lésbico gay en Reforma Foto: José Antonio López

El festejo por 30 años de orgullo y por la aún vigente lucha en favor de la equidad, marcó ayer la XXX Marcha Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero, en la que que además de las demandas por el reconocimiento a los derechos laborales, a la salud y a la libertad sexual, los asistentes también se pronunciaron en contra de la privatización del petróleo y la militarización del país.

Han sido tres décadas en las que progresivamente desaparecieron el miedo a la represión, el encarcelamiento o incluso a la muerte, por tener una preferencia sexual diferente a la heterosexual. Una marcha de las dimensiones como la de ayer, no habría sido posible en 1978, cuando un reducido grupo de hombres y mujeres salió por primera vez a la calle, recordó Juan Jacobo Hernández, dirigente de Colectivo Sol.

Aunque son muchos todavía los que mueren víctimas de la homofobia y la intolerancia, ya no es como antes que “nos perseguían, nos encarcelaban y era difícil salir. El gobierno tenía intervenidos nuestros teléfonos y muchos de nuestros amigos y compañeros fueron asesinados”, señaló Violeta, fundadora del movimiento lésbico en el país. De inmediato evocó a Francisco Estrada Valle, fundador de Ave de México, asesinado en julio de 1992, hecho aún sin aclarar.

La integrante de la organización Lamda reconoció que hay avances como el reconocimiento de las sociedades de convivencia. Pero, dijo, es insuficiente porque las parejas gays carecen de acceso a la seguridad social y respeto a la herencia, por ejemplo.

Fue una fiesta alegre, simbólica por el tiempo que ha transcurrido y en la que destacó la algarabía de los más jóvenes, hombres y mujeres que con gritos, música y baile hicieron patente su decisión de vivir en plenitud “como realmente somos”.

Ya casi una tradición es la presencia de padres y madres de gays y lesbianas que expresaron el apoyo a sus hijos, porque “el amor vence a la homofobia” y porque “las familias diversas hacemos la diferencia”.

La movilización inició poco después del mediodía, luego del mensaje del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, quien respaldó la lucha por la defensa de las garantías de lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros. Las sociedades de convivencia, dijo, fueron un pequeño paso. “Tenemos que seguir para que sean respetados en su dignidad y para que tengamos un país con lugar para todos y todas”.

Vino la cuenta regresiva para el inicio de la caminata, que esta vez fue encabezada por el “contingente histórico”, algunos de quienes por primera vez marcharon hace 30 años. Salieron de la glorieta del Ángel de la Independencia en Paseo de la Reforma y se dirigieron al Zócalo, en una marcha que se prolongó por más de tres horas.

Muchos fueron los participantes y muchos también los observadores homosexuales y heterosexuales en ambas aceras de las avenidas por donde pasó el contingente. “Lesbianas y homosexuales estamos en todas partes” y “no hay libertad política si no hay libertad sexual”, corearon los grupos de organizaciones civiles, estudiantes de la UNAM, el Politécnico, la Autónoma Metropolitana, la Pedagógica Nacional, la Autónoma de la Ciudad de México,e incluso de un colegio privado.

La marcha también fue aprovechada para levantar la primera Encuesta del Orgullo y Diversidad Sexual, que se realiza a nivel mundial, así como para que el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) ofreciera a la población la prueba rápida de detección y distribuyera 100 mil condones.

En el Zócalo, los organizadores exigieron al Ejecutivo federal declarar el 17 de mayo como el Día Nacional contra la Homofobia, demandaron a los legisladores la aprobación de las iniciativas de Ley de Identidad Jurídica Transexual y Transgénero y la tipificación de los crímenes de odio por homofobia.

A las 14:30 horas dio inicio un evento artístico y se nombró a la actriz Susana Zavaleta como Reina del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero 2008.

 
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