Usted está aquí: miércoles 9 de julio de 2008 Economía Pide G-5 a países ricos más ayuda de emergencia y comercio justo

■ No se responsabilice a naciones en desarrollo por encarecimiento de víveres y crudo, reclama

Pide G-5 a países ricos más ayuda de emergencia y comercio justo

■ Felipe Calderón leyó la declaración de 34 puntos, que en parte contradice su propio discurso

■ Plantea fortalecer la arquitectura financiera global y capacidad de vigilancia para prevenir crisis

Claudia Herrera (Enviada)

Ampliar la imagen Líderes del grupo de los cinco (G-5): el primer ministro de India, Manmohan Singh, y los presidentes de China, Hu Jintao; México, Felipe Calderón; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Sudáfrica, Thabo Mbeki, antes de la reunión en Sapporo, Japón Líderes del grupo de los cinco (G-5): el primer ministro de India, Manmohan Singh, y los presidentes de China, Hu Jintao; México, Felipe Calderón; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Sudáfrica, Thabo Mbeki, antes de la reunión en Sapporo, Japón Foto: Ap

Sapporo, Japón, 8 de julio. El Grupo de los Cinco (G-5) demandó a los países más ricos del mundo reunidos en el Grupo de los Ocho (G-8) que no culpen a las economías en desarrollo de los aumentos de precios en alimentos y energéticos, eleven su ayuda de emergencia a la brevedad posible y establezcan un comercio internacional justo, abierto y no discriminatorio como vía para solucionar la crisis en seguridad alimentaria.

Como coordinador de los trabajos del G-5, el presidente Felipe Calderón leyó parte de la declaración política de 34 puntos, que exige también fortalecer la arquitectura financiera global y sus capacidades de vigilancia para contribuir a la prevención y a la resolución de crisis financieras potenciales, en particular pidieron ser tomados en cuenta por los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional.

Reunidos en el Grand Hotel de Sapporo, los mandatarios de México, China, Sudáfrica, Brasil e India advirtieron que la desaceleración económica marcada por la incertidumbre financiera, la persistencia de distorsiones proteccionistas, el aumento de los precios de los alimentos y las amenazas que representa el cambio climático añaden complejidad en el escenario actual.

A puerta cerrada y durante dos horas, Calderón y sus homólogos de China, Hu Jintao; de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de Sudáfrica, Thabo Mbeki, y el primer ministro de India, Manmohan Singh, debatieron sobre esta crisis mundial, postura que presentarán hoy en su diálogo ampliado con el G-8.

Aunque el fuerte pronunciamiento del G-5 apenas ocupó espacio en los diarios japoneses, la más relevante fue una nota en el diario Daily Yoimiuri en la página tres. Los reflectores se concentraron en el compromiso del Grupo de los Ocho (Japón, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos), de reducir en al menos 50 por ciento las emisiones de gases contaminantes para 2050 y acorde con ello, la aparición de los jefes de Estado y de gobierno sembrando arbolitos.

En su declaración los integrantes del G-5, que representan a 45 por ciento de la población mundial, remarcaron que la humanidad se encuentra en una crítica encrucijada histórica: el potencial de la globalización y de la innovación para elevar los niveles de vida no tiene precedentes, pero tampoco los riesgos al desarrollo social y sustentable en el mundo.

Paradójicamente, Calderón, como vocero del G-5 fue quien exigió a los líderes de las naciones más desarrolladas del mundo que no se les culpe del incremento de precios de alimentos y energéticos; sin embargo, en días pasados él fue uno de los que responsabilizó con insistencia a China e India de haber originado este problema. Ha dicho por ejemplo, que  “al subir su nivel de ingreso (esos países) empezaron a comer dos veces al día, y eso implica que están demandando más alimentos”.

Los países en vías en desarrollo explicaron que el mundo produce alimentos suficientes, pero no todas las personas tienen acceso a ellos. Entre las causas de esta “distorsión”, se refirieron a la existencia de subsidios agrícolas de miles de millones de dólares que se aplican en los países desarrollados y que reducen críticamente las posibilidades en los países de desarrollo de reacción frente a la crisis actual.

Por lo tanto, demandaron la conclusión temprana de la Ronda de Doha con compromisos sustantivos respecto a reducciones de subsidios agrícolas. Además, consideraron necesario combatir la especulación y minimizar el uso de medidas que puedan elevar la volatibilidad de los precios internacionales de los alimentos.

La crisis de seguridad alimentaria, añadieron, exige un incremento rápido y sustancial de recursos para apoyar el desarrollo rural y combatir el hambre y la pobreza. Por eso exhortaron a los países desarrollados, en particular, a aumentar su ayuda de emergencia.

Al plantear que esta crisis tiene causas múltiples y complejas que se deben evaluar con objetividad, señalaron que es esencial abordar los retos y oportunidades presentados por los biocombustibles.

De hecho, Calderón retomó parte de este discurso en el desayuno con el G-8 al advertir que el incremento en el precio de los alimentos aumentará de manera preocupante los niveles de pobreza.

En la declaración, la situación económica mundial también fue motivo de preocupación para el G-5, ya que –según dijo— continúa en expansión pero a un ritmo menor que en años anteriores y con una creciente inflación. Dados los actuales desequilibrios macroeconómicos globales, señalaron que es necesario fortalecer la coordinación del diseño de políticas no sólo entre las economías avanzadas, sino también con las de mercados emergentes.

Ante el riesgo de que no se cumplan las Metas del Milenio a causa de la inestabilidad económica, pugnaron porque la comunidad financiera internacional una esfuerzos para preservar la estabilidad financiera y recuperar el camino del crecimiento económico sostenible y vigoroso como condiciones necesarias para alcanzar dichas metas.

En cuanto al cambio climático, volvieron a pedir a los países desarrollados que asuman el liderazgo para  lograr reducciones ambiciosas y absolutas de las emisiones de gases con efecto invernadero, en concordancia con sus metas cuantificadas de reducción de emisiones bajo el Protocolo de Kyoto.

Acorde con la Hoja de Ruta de Bali, exhortaron a la comunidad internacional a concentrarse en los temas centrales del cambio climático en lugar de cuestiones inapropiadas como la competitividad y las medidas para la protección comercial que están siendo discutidas en otros foros.

Omiten fondo verde de Calderón

Tanto las propuestas de México, para la creación de un fondo verde, como la de China en materia ambiental, no fueron incluidas en la Declaración Final. En su mensaje, Calderón resaltó que fueron bienvenidas y que los jefes de Estado y de Gobierno prometieron analizarlas con detenimiento.

Con la meta de fortalecer este grupo, el presidente brasileño propuso la celebración en su país de una reunión del grupo con meses de antelación a la próxima reunión  del grupo de los ocho, que tendrá lugar en Italia.

Después de su participación en el diálogo ampliado con el G-8, el presidente mexicano viajará a Shanghai, China, para continuar su gira por Asia.

 
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