Usted está aquí: jueves 10 de julio de 2008 Política Asesinan en el Distrito Federal al penalista Marcos Castillejos

■ Su hijo fue coordinador de asesores de Medina Mora; su yerno, del equipo de García Luna

Asesinan en el Distrito Federal al penalista Marcos Castillejos

■ Un sicario lo esperaba frente a la cochera de su despacho y al llegar le disparó en seis ocasiones

■ “Ajuste de cuentas indirecto” como mensaje a la SSP, posible móvil del crimen, dice la PGR

Alfredo Méndez, Mirna Servín y Gabriel León

Ampliar la imagen Peritos de la PGR acudieron al sitio donde se cometió el homicidio. En el recuadro, la víctima Peritos de la PGR acudieron al sitio donde se cometió el homicidio. En el recuadro, la víctima Foto: Alfredo Domínguez y Carlos Cisneros /Archivo

El connotado abogado penalista Marcos Castillejos Escobar fue asesinado la mañana de ayer frente a la cochera de su despacho jurídico, ubicado en la calle Mazatlán 102, colonia Condesa de esta ciudad, por un sujeto que ya lo esperaba en el lugar.

Una hora después de ocurrido el homicidio acudió a la escena del crimen Ricardo Nájera Herrera, delegado metropolitano de la Procuraduría General de la República (PGR), para hacerse cargo de las pesquisas y dar inicio a la averiguación previa PGR/DF/SPE/3813/2008-07.

El litigante ejecutado también se desempeñó como director de Reclusorios capitalinos, fue subprocurador y maestro de ciencias penales y amparo en varias universidades. Su hijo, Humberto Castillejos Cervantes, fue coordinador de asesores del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora.

Además, el hoy occiso era suegro de Luis Cárdenas Palomino, uno de los hombres del círculo cercano a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública (SSP) federal.

El crimen fue perpetrado minutos antes de las 10 de la mañana, una vez que el penalista estacionó su vehículo Gran Marquís placas 335SUS, que él manejaba. El sicario descargó al menos seis impactos de bala sobre el litigante, quien viajaba solo. El homicida huyó a pie y una calle adelante abordó un vehículo que ya lo esperaba.

Minutos después del atentado, un vigilante del despacho jurídico que fue testigo ocular de la ejecución, y uno de los pasantes en derecho que ahí laboran, cargaron el cuerpo herido de Castillejos, lo pasaron al asiento trasero del vehículo y lo trasladaron al hospital Durango, que se ubica tres cuadras adelante. Según médicos de ese nosocomio, cuando Marcos Castillejos llegó al hospital ya estaba muerto. Los impactos de bala afectaron órganos vitales.

La explicación que dio el delegado de la PGR a los medios de comunicación respecto de la atracción inmediata de estas investigaciones fue que se percutieron balas de calibre correspondiente a un arma de uso exclusivo del Ejército. De hecho, las autoridades capitalinas no participaron en la toma de muestras periciales y se retiraron de la escena del crimen una hora y media después de los hechos.

Nájera Herrera indicó en entrevista que se abrieron “todas las líneas de investigación que puedan existir” para dar con los responsables del homicidio, entre ellas la posibilidad de un ajuste de cuentas indirecto, es decir, que fuera una especie de mensaje para su yerno Cárdenas Palomino o para el propio titular de la SSP federal.

Primero, a su llegada a la escena del crimen, el delegado metropolitano aseguró que todo apuntaba a que se trató de un intento de robo. Minutos más tarde, en el hospital donde se encontraba el cadáver del litigante, el funcionario de la Procuraduría General de la República reconoció que por la mecánica en que se dieron los disparos no podía descartarse que se trató de un ajuste de cuentas.

En los últimos dos meses fueron ejecutados por el crimen organizado Édgar Eusebio Millán Gómez, comisario de la Policía Federal Preventiva (PFP), e Igor Labastida Calderón, responsable de atacar a la mafia del contrabando en la ciudad de México. Ambos pertenecían al círculo de funcionarios cercanos a Genaro García Luna.

Incluso, después de la muerte de Igor Labastida, hace tres semanas, la PFP reforzó la seguridad de Luis Cárdenas Palomino, director de Empresas de Seguridad Privada de la SSP federal, quien recientemente fue amenazado de muerte por el crimen organizado, con tres “coronas de muerto” colocadas en las oficinas de la Agencia Federal de Investigación (AFI), ubicadas en la delegación Miguel Hidalgo.

En 2004, Cárdenas Palomino, entonces director de Investigación de la AFI, se vio involucrado en el escándalo de la muerte de Enrique Salinas de Gortari. Las investigaciones realizadas por la procuraduría del estado de México lograron acreditar que días antes de ese asesinato el yerno de Castillejos habría hecho llamadas desde el celular de un funcionario de la PGR al hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

De su lado, Alfonso Humberto Castillejos Cervantes, hijo del penalista, fungió como jefe de asesores del ex procurador Rafael Macedo de la Concha y hasta mayo pasado formaba parte de los hombres de confianza de Eduardo Medina Mora.

En este contexto se dio el asesinato de Marcos Castillejos, quien de acuerdo con penalistas consultados ayer por La Jornada fue un abogado “aguerrido en los tribunales” que ganó la mayoría de los casos que defendió.

Las investigaciones las realizará la delegación metropolitana de la PGR (averiguación PGR/DF/SPE/3813/2008-07). La dependencia informó que cuenta con el retrato hablado del presunto homicida.

Por la noche, al velorio acudieron diversos funcionarios federales y estatales. José Luis Santiago Vasconcelos, procurador de Asuntos Jurídicos e Internacionales de la PGR, dijo a La Jornada que el homicidio es una afrenta para el gremio de los abogados y tendrá consecuencias para el país. Hasta el cierre de esta edición, Genaro García Luna no se había presentado a la funeraria donde es velado el cuerpo del penalista.

 
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