Usted está aquí: martes 15 de julio de 2008 Mundo Censuras a The New Yorker por satirizar a Obama

Censuras a The New Yorker por satirizar a Obama

Lo viste de musulmán; es para poner a la luz ataques absurdos contra él, justifica la revista

Dpa, The Independent, Reuters, Afp y Notimex

Nueva York, 14 de julio. La portada de la próxima edición de la revista The New Yorker desató hoy una polémica al caricaturizar al virtual candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, como un musulmán, hecho que fue criticado por los jefes de campaña del senador por Illinois, así como por los de su rival republicano John McCain.

En la edición que saldrá el 21 de julio aparece un dibujo satírico de Obama vestido de musulmán y su esposa Michelle de guerrillera, con peinado afro y un fusil AK-47, festejando en el despacho oval de la Casa Blanca.

Obama y su mujer chocan puños, gesto que han realizado últimamente. En la pared del despacho presidencial hay un retrato del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y en la chimenea arde una bandera de Estados Unidos.

“La mayoría de los lectores van a considerar que (la portada) es de mal gusto y ofensiva, y nosotros estamos de acuerdo”, declaró el vocero de campaña de Obama, Bill Burton.

Del lado republicano, el portavoz del equipo de McCain, Tucker Bounds, criticó a la revista en los mismos términos que su adversario demócrata. “Estamos completamente de acuerdo con el equipo de campaña de Obama de que es de mal gusto y ofensiva.”

Bernard Parks, concejal de la ciudad de los Los Ángeles y simpatizante de Obama, instó a boicotear la revista, informó CNN.

El director de The New Yorker, David Remnick –cuyos lectores son de gusto refinado–, emitió un comunicado para explicar el sentido editorial de la ilustración de Barry Blitt que, como todas las portadas del semanario, fundado en 1925, es un dibujo sin texto.

“Nuestra portada sobre la ‘política del miedo’ combina una serie de imágenes fantasiosas acerca de los Obama y las muestra como obvias distorsiones. Tanto la bandera quemada, como el traje de nacionalista islámico radical, el choque de puños o el retrato en la pared, se refieren a uno u otro de esos ataques”, indicó Remnick.

“La sátira es parte de nuestra actividad y está destinada a poner las cosas al descubierto, a presentar un espejo frente al prejuicio, el odio y el absurdo. Ése es el espíritu de la portada”, insistió.

Posteriormente, en declaraciones a la televisora ABC, Remnick señaló que “la intención es satirizar los ataques racistas, rumores y malas concepciones sobre Obama que han circulado en la blogosfera y que son un reflejo de las encuestas de opinión. Lo que hicimos fue poner todo eso junto, y hacer una sátira. Es parte de lo que hacemos. La sátira siempre tiene el riesgo de ser malinterpretada”, agregó.

Blitt, autor de la ilustración, defendió su obra al insistir en que la intención era denunciar lo “ridículos” que son los ataques contra el demócrata.

Desde hace meses, casi al inicio de las elecciones primarias, los ultraconservadores se lanzaron contra Obama diciendo que era musulmán y que había ido a una escuela para aprender el Corán, y repitieron una y otra vez que su segundo nombre es Hussein.

También han hecho juego de palabras con Obama y Osama y se ha cuestionado su patriotismo.

Ayer, cuando se conoció la publicación del New Yorker, durante su visita a San Diego, un periodista le preguntó a Obama: “¿la ha visto?, si no, puedo mostrársela, la tengo en mi computadora. ¿Ya la vio? ¿Quiere verla? ¿Tiene algún comentario?”, a lo que el demócrata dijo: “No tengo respuesta a eso”.

Sin embargo, no todos coinciden en que la ironía del mensaje invocada por el semanario favorito de la intelectualidad de izquierda neoyorquina sea recibido de igual manera por los estadunidenses.

Según Jake Tapper, editorialista de la cadena ABC, la caricatura es “incendiaria”. “Me pregunto cuáles hubiesen sido las reacciones si hubiera sido publicada en el Weekly Standard o la National Review”, dos revistas conservadoras.

La edición del New Yorker incluye un artículo sobre “cómo Obama se convirtió en político”, otro que relata los comienzos de su carrera en Chicago, y uno más sobre los cambios de postura del candidato sobre diferentes temas.

Una encuesta realizada por el Instituto Pew reveló que 12 por ciento de estadunidenses aún cree que Obama es musulmán (en comparación con uno por ciento que considera que es judío, lo cual podría ser más dañino en algunas partes de Estados Unidos), según algunos analistas.

Se reduce la brecha entre los precandidatos

Una nueva encuesta realizada por el semanario Newsweek señaló que la distancia entre Obama y McCain se ha reducido. El demócrata consiguió 44 por ciento de apoyo, frente a 41 por ciento del republicano, un margen de escasa importancia estadística, dijo la revista; Obama gozaba de 15 puntos de ventaja el mes pasado.

Por otro lado, McCain resaltó la importancia de levantar la alicaída economía del país y reafirmó su compromiso con una reforma migratoria “integral”, ante la 40 conferencia anual, en San Diego, del Consejo Nacional de La Raza, una de las organizaciones hispanas más influyentes en Estados Unidos.

El senador por Arizona empezó por enumerar los más de 400 mil empleos que se han perdido desde diciembre en Estados Unidos, y el aumento de los precios del combustible, para luego defender el TLC con México y Canadá, así como la importancia de un pacto comercial con Colombia.

En cuanto a la inmigración, McCain se volvió a referir a la importancia de la “seguridad fronteriza”, pero puso especial énfasis en recordar su defensa porque se aprobara una “reforma migratoria integral”, un día después de que Obama lo criticara ante el mismo podio por haber dado un giro por razones políticas.

 
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