Usted está aquí: miércoles 16 de julio de 2008 Cultura Mostrarán la faceta poco conocida de Pablo O’Higgins como acuarelista

■ Con una exposición conmemorarán el 25 aniversario luctuoso del notable artista

Mostrarán la faceta poco conocida de Pablo O’Higgins como acuarelista

■ Más que la técnica le importaba el mensaje plasmado en la obra, indica su viuda

■ “Ninguna institución ha mostrado interés por el legado del pintor y grabador”, deplora

Fabiola Palapa Quijas

Ampliar la imagen Pablo O’Higgins, ca. 1968, imagen tomada del libro Humanidad recuperada Pablo O’Higgins, ca. 1968, imagen tomada del libro Humanidad recuperada Foto: Lola Álvarez Bravo

Pablo O’ Higgins (1924-1983) cultivó con asiduidad el arte gráfico: la litografía, el grabado y todas las formas del dibujo, pero su pasión fue la pintura mural porque le permitía una comunicación directa con las personas analfabetas.

María de Jesús de la Fuente de O’Higgins, viuda del artista, explicó que “el fresco era apasionante para Pablo; conocía muy bien la Constitución mexicana y la plasmó en los muros. Era una forma de comunicarse. Pero como buen dibujante, su litografía es muy abundante, aunque dominó todas las técnicas”.

Hoy, a 25 años de la muerte del pintor y grabador, María O’Higgins considera que la obra del artista sigue vigente y permanece en la memoria de las personas, ya que con frecuencia se presentan exposiciones con sus obras en diferentes ciudades de la República.

Adelantó que con motivo del aniversario luctuoso, el Museo Nacional de la Acuarela tiene programada para septiembre una exposición de acuarelas de O’ Higgins, faceta poco conocida del artista.

“La muestra comprenderá entre 30 y 40 obras. Vamos a hacer una selección de las acuarelas que tengo en el estudio, pero también sé quiénes tienen otras, así que será fácil que las presten para la exhibirlas”, detalló la viuda del artista.

Cercanía con los trabajadores

Al referirse al trabajo de O’Higgins, pintor de origen estadunidense pero naturalizado mexicano en 1964, la entrevistada señaló: “Él era muy consciente de todas las técnicas, pero decía que no le importaba mucho la técnica, sino lo que iba a decir en la obra. Tenía siempre algo que comunicar”.

A la exposición en el Museo Nacional de la Acuarela se sumará otra en el Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, junto con la presentación de un libro sobre la obra gráfica de O’Higgins, que ya se presentó en Michoacán.

María O’Higgins agregó que tiene pendiente una exposición en el Instituto Politécnico Nacional y otra más en la ciudad de León, para noviembre.

Recordó que las muestras han sido muy concurridas, aunque no se les haga difusión. A manera de ejemplo, dijo que en Morelia prestó obras de su colección para exhibirlas y a la inauguración acudieron muchas familias.

La entrevistada destacó que en la pintura de O’Higgins “siempre están presentes los trabajadores mexicanos que dan todo para ganarse el sustento”.

La viuda de O’Higgins mencionó que el artista participó en diversas misiones culturales en el país e inclusive ayudó a los campesinos a crear un teatro al aire libre en Durango, el cual posteriormente fue destruido.

Antes de concluir la conversación con La Jornada, María O’Higgins manifestó su preocupación por el destino de la obra del artista, debido a que “ninguna institución ha mostrado interés por el legado de Pablo, a pesar de ser un pintor muy conocido”.

Explicó que la Fundación Cultural María y Pablo O’Higgins no tiene recursos y sólo cuenta con el apoyo de los amigos del artista.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.