■ Planea intercambiar otros fármacos y una eventual compra de antirretrovirales: Ssa
Comienza México negociaciones con Cuba para fabricar la vacuna pentavalente
Ampliar la imagen
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, derecha, en una reunión con la prensa, poco antes de concluir una visita de dos días a Cuba. Lo acompaña Gabriel Jiménez Remus, el embajador de México en la isla
Foto: Notimex
La Habana, 15 de julio. México abrió negociaciones con Cuba para fabricar la vacuna pentavalente, originaria de la isla, e intercambiar otros medicamentos y productos sanitarios, dijo hoy el secretario mexicano de Salud, José Ángel Córdova, al concluir aquí una visita de trabajo de dos días.
El funcionario también aseguró a la prensa que considera una eventual compra de antirretrovirales cubanos, como parte de las opciones para reducir los costos del cuadro de fármacos para pacientes con VIH.
Córdova dijo que su gira es parte de la reactivación de relaciones entre los dos países, y que para la amplia agenda común en salud ahora “se abre un gran horizonte”.
La pentavalente cubana es la segunda vacuna de su tipo en el mundo, después de la británica. Una fórmula inyectable inmuniza contra difteria, tosferina, tétanos, hepatitis-B y haemophilus influenzae-B (bacteria causante de la meningoencefalitis). Requiere tres aplicaciones en dos meses en niños de entre seis y 10 semanas de nacidos.
Según el esquema de negocio, la fórmula se produciría en la fábrica mexicana de vacunas, cerca de la capital. “No será para los meses inmediatos, pero seguiremos avanzando”, dijo Córdova, quien declinó ofrecer detalles financieros, aunque anticipó que tras escuchar la oferta cubana considera que el proyecto “es una realidad”.
En la gira también se inició la discusión de una carta de intención entre la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de México y el Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos de Cuba, para facilitar el intercambio de fármacos e insumos para la salud.
Córdova dijo que, entre otras opciones para disponer de antirretrovirales, también considera la adquisición de genéricos, “en lo que lógicamente Cuba puede participar”.
Cuba produce los antirretrovirales genéricos zidovudina (AZT), lamivudina (3TC), didanosina (ddI), estavudina (d4T), indinavir (INV) y nevirapina (NVP), que clasifican entre los más comunes en el tratamiento.
El secretario expuso que el obstáculo para la importación a México es el requisito de planta (obligación legal de que el importador de medicamentos sea un fabricante en el país), cuya vigencia, sin embargo, está en discusión en el Senado.
Si se eliminara esa fórmula legal, sólo sería necesario disponer de una certificación de calidad y de buenas prácticas de fabricación para adquirir los medicamentos, señaló.
“Esta pudiera ser una vía en la que, en un futuro cercano, los antirretrovirales que se están produciendo en Cuba y que tienen supervisión de calidad, pudieran estarse importando mediante de los mecanismos de licitación”, con un impacto sustancial en el costo, apuntó el secretario.
Córdova citó una amplia agenda de trabajo bilateral, como el ensayo clínico que ya realiza el Instituto de Cancerología de México para registrar ahí la vacuna cubana contra el cáncer de pulmón; el intercambio tecnológico entre la fábrica mexicana de vacunas y el Instituto Finlay de Cuba, y el interés mexicano en las vacunas cubanas contra la leptospirosis (una enfermedad infecciosa que prolifera en las inundaciones), la tifoidea y la antimeningocóccica
También confirmó que México reconoce los títulos de los mexicanos que egresan de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba, aunque los graduados deben cumplir el servicio social y, en su caso, revalidar especialidades.
Los títulos de otra escuela de medicina, llamada Proyecto ALBA, aún no tiene validez en México. Entre ambas escuelas y en cursos de posgrado hay cerca de mil 200 estudiantes mexicanos de medicina en la isla.
Córdova agradeció a las autoridades cubanas el plan de cirugías oftalmológicas a mexicanos, que incluye la donación de equipos en los estados de Coahuila, Michoacán, Nuevo León y Zacatecas, así como el trabajo de la brigada médica que asistió a los damnificados por la inundación de Tabasco, el año pasado.