Usted está aquí: jueves 24 de julio de 2008 Sociedad y Justicia Ambientalistas de Panamá exigen referendo sobre plantas hidroeléctricas

■ Ha generado polémica la recanalización de ríos con fines energéticos en varias regiones

Ambientalistas de Panamá exigen referendo sobre plantas hidroeléctricas

Dpa

Ciudad de Panamá, 23 de julio. Grupos ambientalistas en Panamá exigieron hoy la organización de un referendo para decidir el futuro de proyectos de desarrollo que afectan cuencas hidrográficas en la occidental provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica.

El activista Juan Bautista Gómez dijo al diario local La Prensa: “queremos lanzar un reto al gobierno para que se realice un referendo”, ya que “los ríos nunca volverán a ser los mismos”, luego de la recanalización con fines energéticos, que ha generado polémica.

La posición de grupos ambientalistas en contra de los proyectos hidroeléctricos se fundamenta en que serán afectadas reservas biológicas, pero el gobierno aduce que este país se encamina a una situación deficitaria en materia energética, debido a la demanda de electricidad, que aumenta más de 5 por ciento por año.

Panamá posee capacidad instalada para generar unos mil 392 megavatios, de los cuales 770 son por generación hidráulica, 573.4 de generación térmica y 48.5 corresponden a la Autoridad del Canal de Panamá. Sin embargo, en abril, último mes de la estación seca, se inició un plan de racionamiento para evitar apagones.

Algunos proyectos hidroeléctricos son Fortuna, Proudencia (El Corro), Chiriquí (El Corro), Estí (Guaquitas Canjilones), Pedregalito y Tabasará I, e incluyen a los afluentes Piedra, Casita de Piedra, Chiriquí Viejo y quebrada Los Algarrobos, que recorren áreas de importancia ecológica.

Gómez sostuvo que en Chiriquí existen los elementos necesarios para realizar un referendo. Añadió que si la mayoría de la población respalda las hidroeléctricas, los ambientalistas no se opondrían a la ejecución de las obras de ingeniería.

Problemas similares acaecieron en las últimas semanas en la caribeña provincia de Bocas del Toro, limítrofe con Costa Rica, con familias indígenas que se niegan a ser reasentadas para el desarrollo de los planes de la empresa estadunidense AES.

La hidroeléctrica Changuinola 75, en Bocas del Toro, entraría en operación en 2010, con una capacidad instalada de 222.5 megavatios, pero AES enfentó retrasos debido al conflicto territorial.

El jurista Alcibiades Méndez advirtió que para la ejecución de la consulta planteada en Chiriquí es necesario crear conciencia en el pueblo sobre la importancia de la iniciativa, de la que dependería la conservación de los ecosistemas y áreas protegidas.

Sin embargo, la activista ecologista Raquel Coba señaló que aunque el referendo tiene gran valor en la toma de decisiones, es una “arma de doble filo”, debido a que las empresas promotoras pondrían en funcionamiento una gran maquinaria publicitaria en favor de las hidroeléctricas.

Al respecto, el gobernador de Chiriquí, Virgilio Vergara, calificó de “alborotadores” a los ambientalistas que proponen el referendo y rechazan las hidroeléctricas, y opinó que el conflicto planteado por opositores perjudica el desarrollo.

 
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