Usted está aquí: jueves 31 de julio de 2008 Economía Focos rojos en la economía, alerta el Banco de México

■ Más inflación, menor crecimiento, escasa creación de empleos, caída de remesas

Focos rojos en la economía, alerta el Banco de México

■ La desaceleración en EU hará caer exportaciones no petroleras

■ Considerables, los riesgos a la baja, advierte

■ No es correcto atribuir al BdeM el aumento en tasas de interés en plásticos

Juan Antonio Zúñiga

Ampliar la imagen El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, en la conferencia de prensa de ayer El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, en la conferencia de prensa de ayer Foto: José Carlo González

El Banco de México elevó a 5 por ciento en promedio anual su perspectiva de inflación para 2008 y considera ahora que el aumento de precios al consumidor alcanzará una tasa máxima de 5.5 a 6 por ciento durante el cuarto trimestre del año.

Además, redujo en 15 puntos base la expectativa de crecimiento económico del país para este año y la sitúa dentro de un rango de entre 2.25 a 2.75 por ciento, desde otro de 2.40 a 2.90 por ciento de expansión del producto interno bruto, que se definía como posible para el término del primer trimestre de 2008.

El nuevo escenario macroeconómico del banco central, dado a conocer ayer por su gobernador, Guillermo Ortiz Martínez, estima que este año la economía mexicana generará sólo 370 mil empleos formales; es decir, menos de una tercera parte de los requeridos anualmente para dar ocupación a la nueva población económicamente activa.

En el primer trimestre proyectaba un incremento de 500 mil plazas en la economía formal durante 2008, que parecía insuficiente. Ahora su perspectiva reduce en 130 mil puestos de trabajo la ampliación del universo laboral para este año.

Al presentar el Informe sobre inflación abril-junio de 2008, el gobernador del Banco de México señaló que el ingreso de divisas por remesas fue de 11 mil 601 millones de dólares, 2.2 por ciento menor a la registrada en el mismo periodo de 2007. “La baja en las remesas es menor, si se considera que la construcción residencial en Estados Unidos, donde se ocupa un número importante de mexicanos, ha sido de 50 por ciento”, evaluó Ortiz Martínez.

Las perspectivas consideradas en el nuevo escenario macroeconómico del banco central pueden ser afectadas por una desaceleración económica en Estados Unidos mayor a la prevista, pues esto podría “conducir a un menor crecimiento de las exportaciones no petroleras mexicanas, así como a un menor flujo de remesas familiares”.

Tres choques

También, apuntó, “mayor incertidumbre en los mercados financieros internacionales podría dar lugar a condiciones crediticias más astringentes para el acceso de las economías emergentes a los mercados internacionales de capital, entre ellas México”. La situación por venir podría agravarse en el caso de que se presente “un deterioro adicional de los indicadores de confianza y clima de negocios en México”, porque esto “podría reflejarse en una desaceleración más pronunciada del gasto del sector privado”.

Guillermo Ortiz explicó que el entorno externo que enfrenta la economía nacional, en el marco de una crisis iniciada hace un año en Estados Unidos, se ha caracterizado por tres choques: un deterioro persistente del mercado inmobiliario en aquel país; crisis en los mercados financieros expresada en pérdidas por 468 mil millones de dólares en bancos, aseguradoras e hipotecarias, así como “cambios en la composición de la producción e ingreso mundial, lo que ha conducido a incrementos en los precios de los bienes primarios”.

En este contexto, dijo, la economía mexicana ha mantenido la tendencia de desaceleración que había presentado en el primer trimestre del año, tanto en lo que se refiere a los indicadores de demanda agregada como a los de producción. Advirtió: “para el futuro próximo los riesgos a la baja siguen siendo considerables”. Pero el gobernador del banco central relativizó: “Dado el impacto de los choques y lo que ha pasado en el mundo, México ha salido bien librado”.

La trayectoria ascendente de la inflación en el segundo trimestre (4.92 por ciento en promedio), “fue resultado de la materialización de los riesgos al alza, sobre los cuales el Banco de México había alertado con anterioridad. Entre estos destaca la evolución de los precios internacionales de las materias primas, que ha afectado la estructura de costos de las empresas”. También es probable que los negocios “que han visto incrementada su carga fiscal, hayan trasladado parte del aumento en costos a sus precios”.

Frente a esta situación, la junta de gobierno del Banco de México “restringió su postura de política en junio y julio”, a través de sendas elevaciones de un cuarto de punto porcentual cada una, que elevaron la tasa de interés de referencia de 7.50 a 8 por ciento en menos de un mes.

Ortíz Martínez explicó que, dada la naturaleza global del choque, “prácticamente todos los bancos centrales han respondido apretando la política monetaria para contener la inflación”. De un grupo de 30 países, entre los que figura Estados Unidos, 14 tienen actualmente tasas básicas negativas, esto es, que la expectativa de inflación es superior al rendimiento nominal; mientras 16, entre los que se encuentra México, tienen tasas de referencia reales positivas.

La presencia de tasas de interés reales negativas, explicó, provoca un exceso de liquidez a nivel mundial y esto crea problemas para países emergentes como México, porque los capitales fluyen sobre las tasas de interés reales positivas, lo que causa procesos de revaluación de las monedas.

El impacto de la afluencia de capitales sobre tipo de cambio en México ha sido relativamente menor en comparación con lo ocurrido en otros países de América Latina, afirmó. Precisó que el tipo de cambio del peso respecto de la canasta de monedas de países competidores de México en exportaciones es competitivo.

Pero respecto a la paridad del peso con el dólar, la situación parece distinta. Ayer la divisa estadunidense se vendió a 10.13 pesos en la ventanilla de los bancos y a 10.0340 en la modalidad fix para solventar obligaciones en moneda extranjera, el tercer menor precio de la divisa estadunidense desde octubre de 2002. Durante el año en curso, el peso presenta una revaluación de 8 por ciento frente al dólar estadunidense.

Guillermo Ortiz manifestó que el Banco de México “no dejará de utilizar ningún instrumento que tenga a su disposición para contener el alza de precios, porque no hay peor enemigo que la inflación para los hogares y las personas de menores ingresos. Los salarios siempre pierden la carrera con los precios”.

El funcionario salió en defensa de la política restrictiva lanzada en junio con la elevación de la tasa de interés de referencia, y deslindó que sea la causa del incremento en los intereses que cobran los bancos por el uso de las tarjetas de crédito.

“La relación entre la tasa de referencia, que es de 8 por ciento, y la que pagan los consumidores por su tarjeta de crédito no es estrecha”. En mayo las tarjetas de crédito bancarias cobraron en promedio 34.24 por ciento de interés anual. En el caso de los créditos a grandes empresas relacionados con la tasa de interés interbancaria de equilibrio, sí ha aumentado, dijo. “Pero no es correcto atribuir a la política restrictiva del Banco de México el incremento en la tasa de interés que se cobra por las tarjetas de crédito”, subrayó.

Por otra parte, el banco central emitió la circular 33/2008, fechada el 29 de julio, en la que avisa que la portabilidad de las cuentas de nómina, que entraría en vigor a partir del primero de agosto, se pospone al 31 de octubre, por diferencias en la tecnología utilizada por los bancos para llevar a cabo esta medida con éxito.

 
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