Usted está aquí: lunes 4 de agosto de 2008 Política Continúa la purga en la PGR; Santiago Vasconcelos dimite como subprocurador

■ También serán removidos el oficial mayor, delegados y casi todos los subprocuradores

Continúa la purga en la PGR; Santiago Vasconcelos dimite como subprocurador

■ El ex funcionario sería enviado como agregado a la embajada mexicana en Estados Unidos

Alfredo Méndez

Ampliar la imagen José Luis Santiago Vasconcelos era uno de los fiscales con mayor experiencia José Luis Santiago Vasconcelos era uno de los fiscales con mayor experiencia Foto: Notimex

El subprocurador de Asuntos Jurídicos e Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), José Luis Santiago Vasconcelos, dimitió este domingo al segundo cargo en importancia en esa dependencia, como parte de la restructuración de mandos en esa institución que ordenó el presidente Felipe Calderón Hinojosa, ante el incremento de la violencia en el país y los magros resultados en el combate al crimen organizado, confirmaron ayer fuentes gubernamentales de alto nivel.

Los cambios de los funcionarios que dirigen al Ministerio Público Federal (MPF) continuarán en los próximos días. Se prevé la remoción del oficial mayor y de la mayoría de los subprocuradores –excepto el de Derechos Humanos y Atención a Víctimas, Juan de Dios Castro–, así como de varios delegados. Habrá permutas en los mandos de otras dependencias relacionadas con el llamado gabinete de seguridad nacional, como la Secretaría de Seguridad Pública federal y la Secretaría de la Defensa Nacional.

Santiago Vasconcelos era uno de los fiscales con mayor experiencia en la PGR, con dos décadas de servicio. De acuerdo con las fuentes consultadas, el jefe del Ejecutivo analiza la posibilidad de enviarlo como agregado en materia de seguridad a la embajada mexicana de Estados Unidos, aunque no se descarta que vaya a Los Pinos como asesor presidencial en materia de combate al crimen organizado.

Santiago Vasconcelos adquirió notoriedad pública y concentración de poder como funcionario de la dependencia en el sexenio foxista, cuando estuvo al frente de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).

Como fiscal consiguió estrechar la colaboración con las agencias de inteligencia de Estados Unidos en el combate al crimen organizado y el lavado de dinero que realizan los cárteles de las drogas.

No obstante, también recibió infinidad de críticas de diversos sectores en el país, que lo acusaron de violar los derechos humanos de detenidos y abusar de figuras jurídicas, como el arraigo o los testigos protegidos, con el propósito de “fabricar culpables”.

Desde hace seis años, cuando surgió la SIEDO, en la figura de Santiago Vasconcelos se concentró toda la confianza de quienes fueron sus jefes, los ex procuradores Rafael Macedo de la Concha, Daniel Cabeza de Vaca y, recientemente, Eduardo Medina Mora, quien le encargó la Subprocuraduría de Asuntos Internacionales, el cargo más alto que pudo desempeñar en la PGR.

Fue tal el poder que concentró este abogado mexicano, que funcionarios de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y fiscales de España y de Colombia, así como de cualquier otro país con problemas de narcotráfico, preferían reunirse y discutir estrategias de combate a la delincuencia organizada con él, más que con el procurador mexicano en turno.

En contraparte destacan los fracasos del ex fiscal antidrogas ante jueces y magistrados federales. Como responsable de la SIEDO fue acusado de actuar al servicio del titular del Ejecutivo, inventar culpables y fabricar testigos.

Después de que Televisa difundió en 2004 los llamados videoescándalos –grabados por el empresario y presunto defraudador Carlos Ahumada Kurtz–, Vasconcelos llevó a prisión al ex perredista René Bejarano por presunto lavado de dinero, pero nueve meses después perdió el caso y el acusado fue excarcelado.

En temas relacionados con el narcotráfico, Vasconcelos también falló. Entre 2004 y 2007 no pudo llevar o mantener en prisión a 11 familiares y amigos de Joaquín El Chapo Guzmán, entre ellos a su hijo, Archivaldo Guzmán, El Chapito. Fincó cargos de delincuencia organizada al ex director de giras de la Presidencia de la República, Nahúm Acosta Lugo, pero también perdió el litigio. Acusó al arquitecto Joaquín Romero Aparicio de ser supuesto líder del cártel de Juárez y resultó que todo fue una confusión. El inculpado fue puesto en libertad. Los anteriores son sólo algunos yerros del ex fiscal.

La salida, ayer, del segundo hombre en importancia en la PGR se suma a la suscitada el pasado miércoles, cuando renunció Noé Ramírez Mandujano, quien hace 20 meses sustituyó a Vasconcelos en la fiscalía de combate a la delincuencia organizada. A lo anterior se agrega la dimisión de Mario Arzave Trujillo, jefe de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud, ante las deficiencias en pesquisas del área.

Santiago Vasconcelos, a quien funcionarios de la PGR consideraban el “verdadero operador jurídico” en esa instancia, renunció apenas horas después de que senadores del Partido Acción Nacional, durante la reunión plenaria que se llevó a cabo en el estado de Guerrero, se quejaron frente al procurador Medina Mora del crecimiento “alarmante” de la violencia en el país.

 
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