Usted está aquí: miércoles 6 de agosto de 2008 Economía Repunta morosidad en créditos hipotecarios 34.9% respecto a 2007

■ La cartera vencida es de 8 mil 550.1 millones de pesos, reportó el Banco de México

Repunta morosidad en créditos hipotecarios 34.9% respecto a 2007

■ Del total de préstamos para vivienda, poco más de la mitad fue otorgada por el Infonavit

■ Los recursos involucrados, 870 mil millones de pesos, equivalen a 8 por ciento del PIB

Roberto González Amador

Ampliar la imagen Construcción de viviendas en Chagrin Falls, Ohio Construcción de viviendas en Chagrin Falls, Ohio Foto: Ap

Como un reflejo de la disminución en el empleo y el aumento en el gasto de los hogares por el mayor precio de alimentos y medicinas, la morosidad en los créditos bancarios para la compra de vivienda llegó en junio pasado al nivel más alto en 35 meses, reportó el Banco de México.

La cartera vencida en créditos es de 8 mil 550.1 millones de pesos, 34.9 por ciento más que en el mismo mes de 2007, informó el banco central. En esos 12 meses, el monto de préstamos para vivienda en mora creció en 2 mil 216.20 millones de pesos, una cantidad que equivale a 4.87 por ciento del total de crédito otorgado por la banca para este fin, que durante el periodo fue de 45 mil 415 millones de pesos.

El banco central reportó que el saldo actual de la cartera vencida hipotecaria prácticamente duplica el registrado en diciembre de 2005, que fue de 4 mil 183.2 millones de pesos, momento en que inició una etapa de auge en la colocación de préstamos de la banca comercial para la compra de vivienda. El financiamiento hipotecario había estado prácticamente cerrado desde la crisis provocada por la devaluación del peso en diciembre de 1994.

Creció el financiamiento a una tasa anual de 18%

La asignación de préstamos de la banca comercial para la compra de vivienda creció a una tasa anual de 18 por ciento, de acuerdo con datos de la Asociación de Bancos de México.

El incremento de la morosidad entre los deudores de préstamos hipotecarios está asociada a una menor disponibilidad de dinero para cumplir con los abonos mensuales y no tiene ninguna relación con el costo de los préstamos, puesto que en México los contratos hipotecarios son pactados en pesos y con una tasa de interés fija.

En México, el crédito hipotecario equivale a 8 por ciento del producto interno bruto (PIB), unos 870 mil millones de pesos, indicó el Banco de México. De ese total, poco más de la mitad, 4.7 por ciento del PIB, corresponde a préstamos otorgados por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el resto por intermediarios financieros, como la banca comercial y las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles).

El banco central reportó que el servicio de la deuda hipotecaria (pago de intereses y capital) consume 2.5 por ciento del ingreso de los hogares, una proporción que duplica la de 2004. Sin embargo, es una deuda menos onerosa, en promedio, que la representada por las tarjetas de crédito, cuyo servicio absorbe 4 por ciento del ingreso de los hogares mexicanos.

Aunque las mensualidades de los créditos hipotecarios son fijas durante toda la vida del préstamos, en los últimos meses la capacidad de pago de los usuarios de préstamos ha disminuido, tanto por una disminución en el empleo como por una pérdida en el valor del ingreso determinada por el alza en los precios de alimentos y medicinas.

Este año, según una proyección divulgada la semana pasada por el Banco de México, la economía nacional creará sólo 370 mil empleos en el sector formal, cantidad que cubrirá 28 por ciento de la demanda generada por un millón 300 mil jóvenes que en 2008 se incorporarán a la población económicamente activa.

Los salarios que fueron negociados en junio tuvieron un incremento promedio de 4.3 por ciento, un punto debajo de la inflación registrada en los 12 meses precedentes, de acuerdo con datos oficiales. Ése fue el peor resultado para los trabajadores en los 20 meses previos.

Con el resultado de junio se acumularon tres meses consecutivos en los que el aumento de sueldo concedido por los patrones es menor al incremento que registra la inflación, lo que en la práctica representa una pérdida neta de poder de compra. Los salarios contractuales habían registrado alzas arriba de la inflación, así hubieran sido marginales, desde noviembre de 2006, tendencia que se interrumpió en marzo pasado, indican datos estadísticos publicados el 11 de julio por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

 
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