Usted está aquí: jueves 7 de agosto de 2008 Política Madre de líder de la Santa Muerte asesinado pide se investigue al obispo Onésimo Cepeda

■ Se burló en los medios, sostiene; ofrece recompensa por los homicidas

Madre de líder de la Santa Muerte asesinado pide se investigue al obispo Onésimo Cepeda

Silvia Chávez y Javier Salinas (Corresponsales)

Enriqueta Vargas Ortiz ofreció una recompensa de 250 mil pesos a quien entregue informes que lleven al esclarecimiento del homicidio de su hijo, Jonathan Legaria Vargas, llamado Padrino Endoque y Comandante Pantera, guía espiritual del templo de la Santa Muerte ubicado en el municipio de Tultitlán, estado de México, a quien sujetos desconocidos dispararon al menos 150 balazos de grueso calibre la madrugada del jueves pasado en Ecatepec.

En conferencia de prensa ofrecida ayer en Tlalnepantla, Vargas Ortiz dijo que el homicidio de Jonathan fue atraído por la Procuraduría General de la República (PGR).

La madre del líder del culto a la Santa Muerte, quien tenía 26 años de edad, exigió que como parte de las pesquisas sea investigado el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, quien –dijo– se burló en medios de comunicación de la muerte del Comandante Pantera, al decir que “quería tanto a la muerte que ya se lo llevó”.

Enriqueta Vargas preguntó: “¿No será que detrás de sus opiniones que (el obispo) hizo sobre la ejecución se esconden hechos inconfesables que salieron a flote sin proponérselo?” También pidió que las investigaciones incluyan al director de Desarrollo Urbano de Tultitlán, Salvador Castañeda, quien ordenó la suspensión de actividades del templo a la Santa Muerte en la demarcación, y comentó que David Romo, representante de esa fe en el Barrio de Tepito, del Distrito Federal, mantenía diferencias con su hijo.

Añadió que Padrino Endoque ganó en menos de un año cientos de feligreses, quienes ahora exigen que se aclare la muerte de su su líder espiritual.

Según la agencia de seguridad estatal, Jonathan Legaria fue agredido a balazos al filo de las 3 de la madrugada del 31 de julio, cuando circulaba en compañía de dos mujeres a bordo de la camioneta Cadillac Escalade, placas LZB-3360 color arena, por la Vía López Portillo con rumbo a Ecatepec. Una de sus acompañantes, Marisol Montoya Rivera, de 24 años de edad, tenía siete meses de embarazo y resultó lesionada de 10 balazos; fue hospitalizada y se le reporta delicada. El Comandante Pantera también viajaba con María de la Luz Muedano Guzmán, de 31 años, quien resultó ilesa.

El santuario dedicado a la Santa Muerte, ubicado en un predio de la Vía José López Portillo, colonia Fuentes del Valle, de Tultitlán, donde Legaria Vargas oficiaba ceremonias religiosas, opera no obstante que la Dirección de Desarrollo Urbano municipal le impuso sellos de suspensión desde marzo anterior, pues no se tramitaron licencias de construcción para erigir tres accesorias al inmueble, en las cuales actualmente se venden artículos religiosos.

El templo, que cada fin de semana reúne a cientos de fieles, se caracteriza por una imagen de la Santa Muerte de 22 metros de altura. El Padrino Endoque oficiaba misas en el lugar desde diciembre anterior, lo que llamó la atención de autoridades municipales, las cuales enviaron oficios a la Secretaría de Gobernación para que ésta informara si el sitio contaba con autorización para ese culto. Sin embargo, no hubo respuesta alguna.

María de los Ángeles Montes Vázquez se identificó ante la alcaldía de Tultitlán como propietaria de los predios que ocupa el templo, pero no ha exhibido la licencia de uso de suelo; por ello, la Dirección de Desarrollo Urbano mantiene sellos de suspensión.

Diversos sectores se han declarado seguidores de la Santa Muerte, entre ellos, internos de cárceles, choferes, policías y personas que se dedican al comercio informal.

 
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