Usted está aquí: jueves 7 de agosto de 2008 Sociedad y Justicia La belleza de la Patagonia, en riesgo por hidroeléctricas

■ Buscan construir dos centrales en la región

La belleza de la Patagonia, en riesgo por hidroeléctricas

Afp

Santiago, 6 de agosto. La rica Patagonia chilena enfrenta un difícil dilema: mantenerse como una reserva natural prístina que atrae a miles de turistas cada año o aportar con las aguas de dos de sus ríos al aumento de la capacidad energética de Chile, crucial para sostener el crecimiento económico del país.

En la región de Aysén, en la Patagonia chilena, se proyecta la construcción de un megaproyecto hidroeléctrico, que incluye la instalación de cinco represas sobre los ríos Pascua y Baker, con una producción media anual de 18.430 gigavatios/hora (GWH) y una potencia instalada de 2.750 megavatios (MW).

El proyecto, de las chilenas Endesa –filial de Endesa España– y Colbún, está a punto de ingresar a su evaluación ambiental y legal un trámite que se extendería durante 14 meses. De aprobarse, la primera central operaría en 2017.

El proyecto Hidroaysén establece la instalación de dos centrales en el río Baker y tres en el Pascua, dos caudalosos ríos de aguas cristalinas, rodeados de vegetación prácticamente inexplorada. Ambos se alimentan de glaciares milenarios.

La superficie total inundada por los embalses alcanzaría las 5 mil 900 hectáreas y se proyecta la instalación de una gigantesca línea de transmisión de 2 mil kilómetros que traerá la electricidad hasta Santiago.

El proyecto es rechazado por grupos ambientalistas, aunque desde el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet se han emitido varias opiniones en su favor, considerando la crítica situación energética de Chile, un importador neto de energía.

Desde 2004, Chile comenzó a ver reducidas sus importaciones de gas natural desde Argentina –su único proveedor–, con el que generaba casi la mitad de su electricidad. Los envíos hoy son mínimos y cientos de industrias y generadoras debieron cambiar sus operaciones a diesel o carbón, encareciendo los costos.

En paralelo, la demanda energética crece a un ritmo de 7 por ciento anual.

Frente a este escenario se ha fomentado la diversificación de la matriz energética, a través del uso de energías renovables, como la eólica y la solar.

En 2009, comenzará a operar una planta de Gas Natural Licuado, que permitirá su adquisición desde cualquier punto del planeta.

Los ecologistas no ven por esto razones para la construcción de las centrales. Especial preocupación genera la extensa línea de transmisión que se requerirá. De hecho, la imagen de frondosos bosques y cerros tupidos cruzados por cables del tendido eléctrico es la base de una campaña internacional en contra de su construcción.

Hidroaysén argumenta que el proyecto procura la menor afectación ambiental posible y es necesario para asegurar el abastecimiento energético del país.

Pero un estudio del consultor internacional Fernando Salamanca reveló pérdidas para la región de entre 22 y 54 millones de dólares, debido a una menor llegada de turistas.

 
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