Número 145 | Jueves 7 de agosto de 2008
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

La Conferencia Internacional sobre el Sida, que se realiza esta semana en la ciudad de México, abrió una coyuntura política nacional irrepetible para movilizar recursos y voluntades. Sin un evento en puerta de la magnitud e importancia de esta mega conferencia, el sida difícilmente hubiera atraído la atención política que generó: la reunión del presidente con organizaciones civiles, la participación del secretario de Salud federal en una marcha contra la homofobia, la remodelación de una clínica especializada en VIH/sida en la ciudad de México, la reunión de ministros de Educación y Salud latinoamericanos, entre otras tantas actividades, muestra el poder de movilización que genera la atención mundial.

Temas largamente ignorados se colocaron en la agenda política nacional. La educación sexual en las escuelas, el combate a la homofobia, los intereses de la industria farmacéutica, por mencionar algunos, fueron abordados por los medios de comunicación y funcionarios públicos. Se anunciaron acciones de gobierno buscando golpes mediáticos, como la medida de eliminar el requisito de planta para abrir las puertas a la importación de medicamentos a precios más bajos.

Más allá de los actos protocolarios, todas estas reacciones generadas en nuestro país por el evento de salud más importante del mundo fortalecen, ni duda cabe, la respuesta nacional a la epidemia. Sin embargo, una vez concluida esta multitudinaria reunión internacional, resultará todo un desafío mantener y dar continuidad a todas las acciones anunciadas y todos los compromisos asumidos al calor de los reflectores.

Una vez superadas las expectativas generadas por la Conferencia Internacional de Sida, vendrá entonces el momento de la rendición de cuentas. Aquí es donde las acciones de vigilancia ciudadana y de contraloría social, es decir, el verdadero.