Usted está aquí: viernes 8 de agosto de 2008 Cultura Denuncia experto “gag de mercadotecnia” sobre supuesta colección porno de Franz Kafka

■ No es ninguna novedad que el escritor checo tuviera ese material, ataja Reiner Stach

Denuncia experto “gag de mercadotecnia” sobre supuesta colección porno de Franz Kafka

Dpa

Hamburgo, 7 de agosto. La colección de pornografía de Franz Kafka es un “gag de mercadotecnia” en favor del libro recién publicado del autor inglés James Hawes, dijo Reiner Stach, biógrafo del escritor checo.

“No es ningún descubrimiento. Esas revistas no son una colección de pornografía”, agregó Stach. Que Kafka (1883-1924) tenía en su poder representaciones pornográficas no es ninguna novedad, ni hasta ahora se lo consideró casto o santo.

El diario londinense The Times, apelando al libro de Hawes, publicó que las revistas porno de Kafka salieron del placard. “Todo se me representa como un increíble ‘gag de mercadotecnia’, que también funciona”, afirmó Stach.

Hace tiempo se sabe que Kafka, cuando tenía 24 años, estaba suscrito, junto con su amigo Max Brod, a las revistas Amethyst y Opale. Además de textos, las publicaciones también estaban ilustradas. “Si bien había representaciones pornográficas, no es comparable con lo que se entiende hoy por pornografía. Son ilustraciones y no fotos. Son representaciones que en parte tienen valor como caricatura”, señaló Stach.

Fuera del pedestal de los santos

Kafka tampoco las tenía escondidas, sino que las archivó en su biblioteca. Si bien la cerró con llave, en 1907 explicó los motivos en una carta a Brod: en la biblioteca también estaba guardada su libreta de ahorro, de lo que no debía enterarse su familia. Más aún, Kafka ofreció a Brod enviarle la llave por correo. “Esto desbarata la hipótesis de una colección secreta”, opinó Stach. La madre de Kafka seguramente hubiera estado parada junto a Brod cuando éste abriera la biblioteca de su amigo, agregó el estudioso.

La existencia de esos ejemplares tampoco fue ocultada de manera vergonzante por los biógrafos. Hace ya 50 años que Klaus Wagenbach había escrito sobre esas revistas. “También yo voy a escribir al respecto en el volumen que está por publicarse, pero el hecho no me parece significativo”, dijo Stach.

Hasta el momento, el biógrafo publicó dos libros sobre Kafka. El tercero, sobre la juventud del autor, lo pospuso hasta que sean accesibles importantes fuentes adicionales.

La imagen de Kafka que Hawes quiere hacer pública tampoco coincide con la realidad, agregó Stach. Ya en los años 50 Kafka cayó del pedestal de los santos. Se ha tematizado largamente, por ejemplo, sobre sus visitas a burdeles.

 
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