Usted está aquí: viernes 8 de agosto de 2008 Sociedad y Justicia Sin acceso a antirretrovirales 10 millones de personas en el mundo

■ Exigen a delegados poner un plazo para lograr cobertura universal

Sin acceso a antirretrovirales 10 millones de personas en el mundo

Ángeles Cruz Martínez

Los compromisos que se hacen sin establecer metas y plazos específicos no resolverán la problemática del VIH/sida, afirmó Gregg Gonsalvez, coordinador de la Alianza por el Sida y los Derechos de Sudáfrica (ARASA, por sus siglas en inglés) y exhortó a los delegados a la 17 Conferencia Internacional sobre Sida a salir de México con una declaración formal sobre el plazo límite para que todas las personas con VIH tengan acceso a los medicamentos antirretrovirales.

Aumentar la cobertura a 3 millones de individuos en apenas cinco años “fue un milagro”, dijo y señaló que aquellos que dicen que el mundo está gastando demasiado dinero en el sida es porque “están en sus casas y tienen acceso al mejor servicio de salud”

Resaltó que todavía hay 10 millones de personas afectadas por el VIH que necesitan medicamentos para controlar el virus, así como para las enfermedades asociadas que implican 30 por ciento más de inversión.

El activista, quien desde hace varios años trabaja en Sudáfrica y él mismo es portador del VIH señaló que en la lucha contra la epidemia se deben atender varios factores, entre otros, la escasez de trabajadores de la salud dedicados a esta área, y principalmente, lograr la voluntad política de los gobiernos para que destinen recursos al control de la enfermedad.

Gonsalvez comentó que en los países de bajos ingresos también enfrentan carencias de infraestructura y recordó que al menos una vez a la semana recibe noticias sobre falta de medicinas para el VIH o para tuberculosis. Eso socava la efectividad de las terapias, advirtió.

Por su parte, Morolake Odetoyinbo, directora de Acción Positiva para el Acceso al Tratamiento de Lagos, Nigeria, se refirió al cúmulo de inequidades que todavía enfrentan las mujeres, quienes no sólo son excluidas de los servicios médicos, sino que se les acusa y criminaliza por transmitir el virus a sus hijos.

Dijo que las personas que viven con VIH “tenemos mucho que ofrecer”. Las mujeres, agregó, tienen derecho a ser escuchadas y a recibir la atención médica que requieren. Para ello, los países tendrían que garantizar el acceso al servicio con equidad y uso eficiente de los recursos.

A causa de la epidemia, los portadores “nos hemos capacitado en profesiones de cuidado y nos hemos convertido en pacientes expertos. Quizá somos los más versados en el tratamiento de la enfermedad”, apuntó para luego enumerar la lista de pendientes: promover el sexo seguro, la educación entre pares, políticas de educación y la creación de organismos y grupos de apoyo, entre otros.

La activista, quien en varias ocasiones se ganó el aplauso del auditorio, exhortó al Fondo Mundial de Onusida a que los recursos que dona también se destinen a combatir la escasez de trabajadores de salud dedicados al sida, porque acceso universal, como dice el lema de la Conferencia Internacional, significa tener estándares de salud universal y que la calidad de los servicios “no deberá depender de en qué región del mundo vivo”.

 
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