Usted está aquí: sábado 9 de agosto de 2008 Cultura Ofrece coro infantil un concierto bilingüe para “revalidar la lengua náhuatl”

■ El grupo Xochicuicanih. Flores que cantan, se presenta en el Teatro de la Ciudad

Ofrece coro infantil un concierto bilingüe para “revalidar la lengua náhuatl”

■ Es un idioma muy cadencioso, musical, descriptivo y poético, dice su titular Raquel Bronstein

Alondra Flores

“El náhuatl es un idioma muy cadencioso, musical, descriptivo y poético”, enfatizó Raquel Bronstein, directora del coro intercultural Xochicuicanih. Flores que cantan, que hoy abrirá una ventana de estirpe prehispánica mediante un recital de canciones infantiles en español y náhuatl,.

La presentación se efectuará a las 13 horas en el Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro Histórico), de manera gratuita, como parte del programa Rehilete, niños y niñas en movimiento.

Bronstein explicó que la intención del concierto bilingüe es “revalidar las lenguas indígenas, en este caso el náhuatl, y qué mejor que hacerlo por conducto de los niños para que no se pierdan las raíces y toda la tradición oral, además de valorar el idioma con un diálogo intercultural”.

En entrevista, la escritora y compositora afirmó que ha vivido un proceso de acercamiento y aprendizaje de esta lengua originaria, la cual también es de acciones, por ejemplo, la palabra aplaudir en náhuatl es tlaxcaloa, que si se traduce literalmente quiere decir la acción de hacer tortillas.

Reconocimiento de una identidad

El coro Xochicuicanih. Flores que cantan está constituido por 21 voces de niños y jóvenes, de los cuales 15 son indígenas de la comunidad Lomas del Dorado, Veracruz, y el resto son originarios de la ciudad de México.

La idea surgió hace tres años, después de impartir un taller musical a maestros indígenas en el poblado nahua ubicado al norte de Veracruz, donde se observó el gran entusiasmo por cantar; “queremos de esa música, pero en nuestro idioma” dijeron, explicó Bronstein en entrevista.

Se trata de un “coro lúdico” porque no hay caras serias y, en cambio, invita al gozo y el baile; el espectáculo familiar es un deambular del español al náhuatl en el que se presenta una variedad de canciones en ritmos que van desde salsa, cumbia y hasta rap, las cuales en su mayoría fueron escritas en español por Bronstein, traducidas por el poeta Natalio Hernández y musicalizadas por Augusto Hernández, quien también es el productor y director musical.

Además, la lengua refleja la cosmogonía de un pueblo, el transcurrir cotidiano, lo cual se retomó en algunas canciones, como en Pintaré un sol-Niquizcopinas se tonatih, que está basada en la tradición de dibujar soles con las cenizas de la fogata cuando llueve para llamar al astro rey y que escampe.

En Lomas del Dorado, comunidad de los integrantes del coro, Bronstein observó que los abuelos hablan náhuatl, pero no español; los padres hablan ambos idiomas, y los hijos sólo hablan español, pero entienden perfectamente el náhuatl. Entonces, la experiencia de cantar ha sido emotiva y de reconocimiento de una identidad.

Después de tres presentaciones en localidades veracruzanas y una más en el Palacio de Bellas Artes, ahora se ofrece el recital como parte del programa Rehilete, niñas y niños en movimiento. Vacaciones de verano 2008, que organizó el gobierno del Distrito Federal para ofrecer espectáculos artísticos gratuitos para los niños durante las vacaciones, y que se lleva a cabo desde el 5 de julio.

“¿Cómo podemos negar lo que es la lengua materna, la de los antepasados, la vía por donde conocemos nuestra historia?, entonces, el objetivo es rescatar esta parte y darle el mismo valor que al español”, convocó Raquel Bronstein.

 
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