Usted está aquí: lunes 11 de agosto de 2008 Política CNDH: el aumento de las penas de nada ha servido para acabar con la impunidad

■ Señala falta de resultados en materia de seguridad pública y desconfianza social generalizada

CNDH: el aumento de las penas de nada ha servido para acabar con la impunidad

José Antonio Román

Durante las pasadas dos décadas “no ha bastado” el aumento de penas para remediar los elevadísimos índices de impunidad, advirtió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). “Seguir invocando únicamente esa vía o la aplicación de la pena de muerte limita el análisis del hecho principal que afecta y aqueja a la seguridad pública, que es la falta de resultados y la desconfianza social generalizada por los altos índices de impunidad”, afirmó.

Al fijar su posición sobre la pena de muerte y la convocatoria para la construcción de un amplio frente nacional contra la delincuencia y el crimen organizado, el organismo reconoció que el problema de la inseguridad pública tiene enormes dimensiones y la impunidad es una de sus principales características, ya que alcanza cifras hasta de 99 por ciento.

Subrayó que también hay una irreductible desconfianza social hacia las corporaciones policiacas, hecho que propicia que sólo 10 por ciento de los delitos cometidos en el país se denuncien ante la autoridad judicial, además de que hay una sabida ineficiencia en las mayoría de las investigaciones, sentencias condenatorias en menos de uno por ciento de los casos que llegan a los tribunales y sistemas penitenciarios rebasados por la corrupción.

La comisión consideró que con los altos índices delincuenciales, que han resultado imbatibles con las medidas hasta ahora puestas en vigor, México vive hoy el “resurgimiento de una subcultura de la impunidad”, una de cuyas características es que los integrantes de corporaciones de seguridad pública suelen estar implicados con las organizaciones criminales, situación que agravia aún más a la sociedad. Las bandas organizadas y pertrechadas apuestan a la ineficiencia y falta de coordinación institucional como la mejor garantía de que sus integrantes no serán detenidos y mucho menos sometidos a un proceso penal, planteó en un comunicado.

La CNDH señaló que un diagnóstico fundado del problema de la seguridad pública no requiere grandes conocimientos o complejos estudios para identificar el estado en que se encuentra. Sin embargo, indicó que sociedad y gobierno deben alejarse del discurso mediático y aportar soluciones para el avance general y para recobrar la tranquilidad social.

La crisis actual que se vive exige “verdaderos acuerdos de Estado”, con acciones plenamente coordinadas por los tres niveles de gobierno, subrayó.

Para la CNDH estos acuerdos incluyen, entre otros, la rendición de cuentas que explique por qué los índices delictivos presentan una tendencia constante hacia el incremento durante los pasados veinte años; conocer la eficiencia del gasto público y la eficacia institucional para combatir la impunidad de la delincuencia, y procedimientos más eficaces de selección de elementos policiacos.

Además, es necesaria una estricta reingeniería institucional contra la impunidad, que debe pasar por superar los enormes rezagos en el desempeño del servicio de seguridad pública, como el crónico incumplimiento de órdenes de presentación y/o de aprehensión, el insuficiente respeto básico a los derechos fundamentales y la extrema dificultad y burocratismo para hacer realidad el derecho a la reparación del daño a las víctimas.

A esto es necesario sumar la información de inteligencia policial, la modernización tecnológica y la profesionalización de los servidores de la seguridad pública, entre otros rubros que es necesario atender, concluyó el organismo.

 
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