■ El rector de la UNAM responde a propuesta de Gordillo de desaparecer dichos planteles
Muchos mexicanos extraordinarios, producto de la formación en normales, advierte Narro
■ Lo que se haga debe ser producto de una revisión compleja, “sin lanzar a nadie al desempleo”
En educación no se puede tomar decisiones complejas, con medidas simples, ni despreciar lo que se ha construido, advirtió José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en torno a la propuesta de la dirigente del gremio magisterial, Elba Esther Gordillo, de convertir las normales públicas en escuelas de formación técnica.
Dijo que “muchos mexicanos extraordinarios son producto de la educación pública y de la formación en las escuelas normales”. Señaló que en la transformación del sistema educativo se debe ser muy cuidadoso para no generar algo que afecte al país. Asimismo, reconoció que es necesario impulsar una “profunda revisión” de la formación académica, desde prescolar hasta posgrado, y “encontrar mejores salidas en todo terreno, en una mejor preparación para los alumnos”.
Enfatizó que “lo que se tenga que hacer, debe ser resultado de una revisión compleja e integral del sistema educativo, sin lanzar a nadie al desempleo ni seguir haciendo las cosas simplemente como se hacen”.
Por su parte, profesores con más de 30 años de servicio en la Benemérita Escuela Normal de Maestros (BENM) advirtieron que “acabar con el normalismo en México sería dar el tiro de gracia a la educación pública del país, pues lo que está de fondo no es el modelo de formación de docentes, sino la destrucción de la piedra angular de un sistema educativo pensado para servir a la sociedad, y no como negocio que puede redituar buenos o malos dividendos”.
En tanto, egresados de la Escuela Normal Superior de México y fundadores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguraron que tras la propuesta de Gordillo de “dar muerte a las normales públicas del país se pretende dar la estocada final a un proyecto que se inició en 1992 con el desmantelamiento del normalismo rural, y con ello, de las bases del proyecto educativo generado por la Revolución Mexicana, y que tenía en el centro de su ejercicio docente al pueblo y sus comunidades”.
Por su parte, maestros “democráticos“ de Oaxaca, Guerrero, Zacatecas y Morelos manifestaron su rechazo a la iniciativa gordillista, a la que consideraron “una aberración”, pues quien debería defender la educación pública “está tratando de darle el tiro de gracia”, afirmó el secretario de organización de la sección 22 de Oaxaca, Ezequiel Rosales Carreño.
Disidentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) aseguraron que de concretarse la propuesta de la dirigente sindical, sería un golpe no sólo para el normalismo mexicano, sino para la educación pública en general, y sobre todo para la CNTE, pues muchas de las normales se ubican en Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca”.
Tiro de gracia
Graciela Gutiérrez, docente de la BENM con más de 30 años de servicio, afirmó que “ni siquiera con Porfirio Díaz se vivió un embate tan fuerte para acabar con el normalismo; por el contrario, fue en este periodo histórico cuando se vivió un nuevo impulso, a pesar de que era un dictador. Hoy vemos con indignación que se quiere dar el tiro de gracia al normalismo, y con ello a la educación pública, que tiene visión de compromiso social y está al servicio de los más pobres”.
Consuelo Yánez, con 15 años de servicio en la BENM, destacó que con más de 100 años de existencia, la normal de maestros ha sido formadora de varias generaciones de destacados docentes y pedagogos que forjaron un sistema de enseñanza al servicio del pueblo y para el pueblo”.
Aseguró que la mejor defensa del normalismo está en las aulas y en el trabajo diario de miles de profesores, a quienes se les responsabiliza de los malos resultados académicos, “sin pensar que las condiciones socioeconómicas de alumnos y maestros pueden ser factor determinante en el proceso educativo”.
Blanca Chávez, con 33 años como maestra en la BENM, convocó a egresados y docentes en activo de todas las normales públicas –rurales y urbanas– de México a “sumarse a una lucha por el normalismo, pero fundamentalmente por la enseñanza pública, que es la que está en vías de desaparecer con la firma de una alianza que atenta contra los principios rectores del proyecto educativo que nos heredó la Revolución”.
Teodoro Palomino, fundador de la CNTE y líder del movimiento magisterial de 1989, destacó que el compromiso de Gordillo de “acabar con el normalismo no sólo revela su propio nivel educativo y desconocimiento total de la historia de la enseñanza en México, sino el pacto con el gobierno federal para echar abajo un pilar de la educación pública de la nación”.