Usted está aquí: domingo 24 de agosto de 2008 Capital Jóvenes riders toman el Zócalo y lo convierten en pista de patinaje

■ Desde mediodía quedaron copadas las áreas abiertas del Zócalo y el graderío

Jóvenes riders toman el Zócalo y lo convierten en pista de patinaje

■ Más de 50 mil personas acudieron a festival Urbania y al concierto que se efectuó después

■ La convivencia se desarrolló en calma; la SSP-DF reporta seis lesionados y no hay detenidos

Ángel Bolaños Sánchez

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Ampliar la imagen Miles de jóvenes acudieron al Zócalo para participar en el festival Urbania y mostrar sus habilidades en la patineta o bicicleta Miles de jóvenes acudieron al Zócalo para participar en el festival Urbania y mostrar sus habilidades en la patineta o bicicleta Foto: Yazmín Ortega Cortés

La Plaza de la Constitución resultó apenas suficiente para albergar a los aproximadamente 50 mil jóvenes provenientes de varios puntos del Distrito Federal y los municipios conurbados que acudieron al festival Urbania para apreciar y participar en las competencias y exhibiciones de skate, BMX, street soccer y Bboy, así como para el concierto de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Los Bunkers, No Somos Machos pero Somos Muchos, y varios DJ’s.

La Plaza de la Constitución y una parte de 20 de Noviembre debieron ser cerradas a la circulación para dar cabida a los jóvenes que llegaron montados en sus bicis o con patineta en mano y optaron por tomar la vialidad para hacer sus rutinas y acrobacias (rodeados por decenas de adolescentes), ya que desde el mediodía, los espacios abiertos del Zócalo, las graderías de los tres pabellones y el frente del escenario estaban prácticamente copados.

Algunos se quejaron por la falta de organización para la inscripción a las competencias, con premios desde 5 mil hasta 50 mil pesos: “Nada más metieron a sus conocidos”, reclamó Daniel Guerrero, del municipio de Tultitlán, acompañado de otros cuatro riders, quienes permanecían equilibrados de pie sobre los cuadros de sus bicicletas, tratando de observar las acrobacias en el circuito de uno de los pabellones, al no lograr entrar ni a la preselección.

Carlos Suárez llegó pedaleando desde la delegación Azcapotzalco porque no lo dejaron meterse al Metro con su bici, pero con la misma suerte: ya habían cerrado las eliminatorias. Él, al igual que la mayoría de riders y skateros hacen de la calle, las escuelas y patios de maniobras en bodegas y almacenes sus áreas de práctica, pues la mayoría de los espacios públicos no sólo están retirados, sino que carecen de las instalaciones para practicarlo, lo que fue considerado lamentable por Suárez, porque dijo estar convencido de que es el tipo de deporte que no sólo facilitaría alejar a los chavos de las drogas, sino sacar a los que ya están metidos en ellas.

–¿No es peligroso practicarlo en la calle? –se le pregunta a otro rider, Óscar Cruz, de la colonia Loma Bonita, en Nezahualcóyotl.

–Es un deporte extremo.

Ya para las 15 horas, concluidas las competencias y exhibiciones, el cierre se amplió desde Izazaga al Eje Central y Donceles. Por las calles pululaban los chavos caminando, rodando en sus patinetas o montados en sus bicis, buscando donde echar un taco, una torta, un refresco o ya salir del Centro Histórico para regresar a sus barrios.

Finalizados los concursos y las exhibiciones, mientras esperaban el arribo de las bandas y al ritmo de la música de los Dj’s, alrededor de un centenar de jóvenes se “entretenían” en una batalla campal arrojándose envases de plástico vacíos, por lo menos durante un par de horas, mientras otros bailaban slam.

Al mediodía, cuando el director del Instituto de la Juventud del DF, Javier Hidalgo Ponce, intentó dar un discurso de inauguración, los jóvenes lo recibieron con rechiflas, gritos y comenzaron a arrojar botellas, por lo que tuvo que salir apresuradamente a pesar de sus llamados a mantener la calma y aunque corrió el rumor de la cancelación del concierto de La Maldita, finalmente se presentó al filo de las 20 horas, con La Perinola y Los Bunkers como teloneros dos horas antes.

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal informó que el festival se desarrolló sin mayores incidentes, y que hasta las ocho y media de la noche, habían sido trasladas seis personas a distintos hospitales por lesiones leves, se realizaron 70 revisiones médicas por golpes contusos y deshidratación, principalmente, sin que se registraran detenidos.

La corporación desplegó cuatro mil 300 elementos y 30 paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas.

 
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