Usted está aquí: domingo 24 de agosto de 2008 Mundo Designa Obama al senador Joseph Biden como su segundo de fórmula

■ Desilusión dentro y fuera del Partido Demócrata porque apoyó la guerra de Irak

Designa Obama al senador Joseph Biden como su segundo de fórmula

■ El futuro candidato a la vicepresidencia de EU es percibido como autoridad en asuntos exteriores

■ Votó en favor del TLC con México e impulsó desde el Senado la construcción del muro fronterizo

David Brooks (Corresponsal)

Ampliar la imagen Biden posa junto a Obama en Springfield después de que éste lo designó compañero de fórmula Biden posa junto a Obama en Springfield después de que éste lo designó compañero de fórmula Foto: Reuters

Nueva York, 23 de agosto. El senador Joseph Biden fue seleccionado por Barack Obama su segundo de fórmula –candidato a la vicepresidencia–, éste y suma así a su campaña a una figura percibida como “autoridad” en asuntos de relaciones exteriores y de seguridad nacional, aunque críticos dentro y fuera del Partido Demócrata expresaron desilusión con la decisión por optar por un legislador que votó en favor de la guerra contra Irak.

Biden es presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta y en dos ocasiones precandidato presidencial demócrata (incluyendo este último ciclo). Su selección es interpretada como un intento para superar un flanco vulnerable de Obama frente a su contrincante republicano John McCain, el de su falta de experiencia en asuntos de política exterior y de seguridad nacional.

Obama presentó a su segundo de fórmula en público por primera vez esta tarde frente al antiguo capitolio estatal en Springfield, Illinois, el mismo sitio donde hace casi dos años anunció que abandonaba la precandidura presidencial. Ambos viajarán en una gira conjunta que culminará en la Convención Nacional Demócrata en Denver, durante un periodo breve en que los demócratas buscarán monopolizar la atención nacional e iniciar la recta final de la elección general, cuyo destino es el día electoral del 4 de noviembre.

El senador Biden es “un líder que está preparado para entrar y ser presidente”, afirmó Obama al presentar a su segundo. “Por décadas, él ha traído el cambio a Washington, pero Washington no lo ha cambiado a él.

Agregó que “es un experto en política exterior cuyo corazón y valores están enraizados firmemente en la clase media”. Subió a Biden al podio para abrazarlo mientras se tocaba The Rising por las bocinas, la emotiva canción del rockero Bruce Springsteen.

Biden, senador por Delaware, que está en su sexto sexenio parlamentario (puesto que obtuvo por primera vez a los 29 años), es una figura reconocida en el ámbito internacional cuya experiencia podría casi anular los ataques contra Obama sobre su inexperiencia para ser comandante en jefe.

La decisión se tomó después de semanas de intensa evaluación de varios candidatos potenciales; uno de los factores era optar por un político que ofrezca el apoyo de un estado clave en el mapa electoral o uno que pudiera fortalecer la imagen de la candidatura de Obama.

Católico y de familia trabajadora, Biden sí aporta, según observadores, al atraer a un sector de trabajadores blancos y un a segmento católico (aunque apoya el derecho al aborto); había dudado en expresar su preferencia por Obama hasta ahora (eran filas inclinadas a Hillary Clinton o a nadie). También, por nacer en Pennsylvania, tiene algún “jale” –dicen– en ese estado clave.

Pero sobre todo, el senador, dice el coro de analistas instantáneos aquí, presta a la fórmula demócrata esa imagen de una “autoridad” en el ámbito de la política exterior, como a la vez –de alguna manera parecido al caso de Dick Cheney con George W. Bush– la figura de un político mayor en edad (tiene 65 años, Obama 47) y en conocimiento íntimo de Washington para un candidato presidencial relativamente novato.

Sin embargo, críticos señalan que al optar por Biden, Obama contamina una de las posiciones más importantes y que en gran medida le dio el apoyo necesario para llegar a ser coronado candidato presidencial de su partido, la oposición, desde un principio, a la guerra de Bush en Irak.

Biden no sólo votó en favor de la guerra, sino que la promovió desde hace tiempo, al declarar la necesidad de destruir el régimen de Saddam Hussein.

Aunque en estos últimos años Biden ha criticado el manejo de la guerra por el gobierno de Bush, el hecho de que la justificó en un inicio –justo cuando Obama se pronunciaba en contra (aunque vale señalar que aún no era senador federal)– ya está provocando desilusión en las filas progresistas antiguerra que apoyaron a Obama por encima de Hillary Clinton precisamente por esta diferencia.

Stephen Zunes, profesor de política en la Universidad de San Francisco, comentó que “al seleccionar a Biden, quien apoyó igual de firmemente esa guerra que el candidato republicano, Obama está diciendo que eso en verdad ya no importa, lo que anula así una de sus más grandes ventajas”.

Biden promovió la autorización de la guerra meses antes de que empezara, e insistió en que eso no era “correr hacia la guerra. Yo creo que es una marcha hacia la paz y la seguridad”, y repitió todas las justificaciones oficiales ahora comprobadas como falsas para la invasión, recordó hoy el Institute for Public Accuracy.

Scott Ritter, quien había sido uno de los principales inspectores de armas de Naciones Unidas en Irak, denuncio que Biden, quien en 2002 presidía audiencias en el Senado para evaluar la autorización de la guerra, “está encabezando una audiencia que es una farsa. Está claro que Biden y la mayoría del liderazgo legislativo ha preordenado una conclusión que busca remover a Saddam del poder a pesar de los hechos, y están empleando estas audiencias para otorgar cobertura política a un ataque militar masivo contra Irak”.

A la vez, tiene fama de emitir declaraciones problemáticas para él. Vale recordar que afirmó, como precandidato presidencial, que Obama “no estaba listo aún” para ser presidente (lo que los republicanos ya están recordando horas después de anunciarse su selección hoy). Fue obligado a abandonar las elecciones primarias en 1988 al enfrentar acusaciones de que había cometido plagio en un discurso que parecía casi idéntico a uno de Neil Kinnock, líder del Partido Laborista británico.

Relaciones bilaterales

Biden, respecto a las relaciones con México y temas bilaterales, ha apoyado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, votó en favor de la fracasada reforma migratoria hace unos dos años, copatrocinó el proyecto de ley sobre la Iniciativa Mérida y votó favorablemente la construcción del muro fronterizo.

“México es uno de los países más ricos del mundo y claramente es el más rico del hemisferio, y (sus habitantes) tienen esencialmente una distribución de la oportunidad disfuncional en ese país”, declaró el año pasado en un foro en Iowa durante las elecciones primarias. Afirmó que la relación con México sería su prioridad si fuera presidente y que “bajaría allá” para dejar claro que “México tiene que enderezarse”.

A finales de 2006, en otro foro, reiteró que el gran problema en México, y causa fundamental de la migración indocumentada hacia Estados Unidos, es que allí tienen “la disparidad de riqueza más grande… y por un sistema corrupto que existe en México; uno por ciento de la población está en la cima, una clase media muy pequeña y el resto es pobreza abierta”.

Agregó que a menos de que la dinámica política cambie en México y los patrones estadunidenses que contratan a trabajadores indocumentados sean castigados, la migración indocumentada no podrá ser detenida.

 
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