Usted está aquí: viernes 29 de agosto de 2008 Opinión Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Ángel Velázquez
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■ Chantaje político para aspirar a cargos populares

■ Estalla bomba política en la ALDF

Sueltos en sus ambiciones, en un desorden total, y sin que nadie marque límites, los aspirantes y los francotiradores que pretenden hacerse de las jefaturas delegacionales en el Distrito Federal han empezado a usar el chantaje político para acceder al puesto.

El primero en quitarse la máscara y lanzarse con todo por el puesto fue el diputado Edy Ortiz, quien ya ha trazado un estrategia de franco chantaje para cabalgar su pretensión.

El miércoles por la noche, después del berrinche de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del DF, porque desde las oficinas de la jefatura de Gobierno se hicieron llegar las observaciones que Marcelo Ebrard y su equipo realizaron al Estatuto de Gobierno que ya había sido desacreditado por los magistrados del Tribunal Electoral, se desató el caos.

Resulta que el diputado explicó, a quien quiso escucharlo, que él tendría que ser el próximo delegado de Tláhuac y que de eso, de que el PRD lo hiciera su candidato, dependía que los programas del gobierno central pudieran ser aprobados por la misma Asamblea.

Después se supo que en la Comisión de Gobierno se habían hecho modificaciones a los proyectos gubernamentales. Por lo pronto, se amenazó que durante el periodo de sesiones se habrá de aprobar que la edad para que una persona reciba ayuda económica se reduzca a 68 años, lo que significaría una erogación de más o menos 2 mil 500 millones de pesos anuales, erogación que impediría al gobierno hacerse cargo de otra serie de programas que se tienen programados.

A esto se añade que la diputación perredista, o buena parte de ella, busca, también, hacer ley los apoyos de gobierno a todos los jóvenes de la ciudad, que por esa legislación podrían hacer uso de cualquier transporte público gratuitamente. El impacto de esa medida ni siquiera ha sido evaluada, o cuando menos no se conoce, pero sería mortal para la obra pública en general que requiere el DF.

Y no es todo, debido a esos proyectos de ley, se redujo sustancialmente, cuando menos el papel, el alcance del proyecto de corredores de desarrollo, que es el pilar principal para detonar la economía en la capital del país, es decir, los planes del gobierno se vendrían abajo.

Hoy estalló la bomba en la ALDF. La mecha se prendió la noche del miércoles. La advertencia es clara, si el gobierno no se doblega a las ambiciones de una tribu, se impedirá que transite la idea de gobierno que propone Marcelo Ebrard.

Se trata de negociar, en los peores términos para el GDF, la sobrevivencia de un grupo que en la realidad tiene muy pocas posibilidades de repetir los triunfos pactados que ahora los tienen en una posición de poder. Entonces la idea es presionar, ir al chantaje para, desde ahora, amarrar los lugares en la ALDF y las delegaciones, desde donde puedan sostener las prácticas de estira y afloje que han practicado durante los últimos dos años.

Por lo pronto se trata de construir, desde el gobierno, un plan de contingencia, de control de daños, pero aunque el estallido no tuvo efectos graves, aún hay mechas encendidas. Ya veremos que pasa en adelante.

De pasadita

El próximo lunes entra en vigor el Hoy no circula para los vehículos con placas foráneas que incumplan con la regla ambiental que decretó el gobierno central. Lo malo de esta buena disposición es que no está claro quién o quiénes se harán cargo de multar a los que infrinjan el reglamento, porque cada que cae una oportunidad de éstas en manos de la policía, los detenidos son pocos, pero ganancias múltiples... para los policías.

 
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