Usted está aquí: sábado 6 de septiembre de 2008 Política México, obligado a cambiar el modelo de prevención del delito y seguridad pública

■ La pena de muerte no va a frenar la delincuencia, aseguran especialistas en foro

México, obligado a cambiar el modelo de prevención del delito y seguridad pública

■ Advierten que sólo atacando la desigualdad social se podrá disminuir el número de ilícitos

Gustavo Castillo y Carlos García (Enviado y corresponsal)

Guanajuato, Gto. 5 de septiembre. En México el modelo de prevención del delito y seguridad pública “no funciona y se debe cambiar”, pues la solución no son ni la pena de muerte ni el endurecimiento de las sanciones, por lo que será imposible combatir la delincuencia y el crimen organizado “sin inteligencia para formar un fotografía de los posibles adversarios y amenazas”, coincidieron Joseph Padan, Julio César Kala y Julián Gudiño Galindo, especialistas en la materia, durante su participación en el tercer Congreso Internacional de Política Criminal y Prevención del Delito.

En ese contexto, Catalina Palmer manifestó que “aumentar las sanciones de prisión y establecer la pena de muerte no inciden en la disminución de la criminalidad. Solamente sirven para dar tranquilidad a la víctima, porque en todo caso la hacen sentir que hubo justicia, aunque son pocos los delincuentes que llegan a ser sentenciados”.

El problema de la inseguridad es consecuencia de la desigualdad social y no se resuelve eliminando garantías ni endureciendo penas. El gobierno debe dar mejores condiciones de vida a los ciudadanos, como vivienda, educación y trabajo, consideró el investigador Julio César Kala.

Expuso que si las condiciones sociales no varían en México, el sistema de justicia penal no logrará cambiar el panorama de la inseguridad con penas más duras. “La autoridad entró en un paradigma que limita el orden y la paz pública sólo a la comisión de delitos y faltas administrativas. Por tanto, tienen policías reactivas que no fomentan que la ciudadanía tenga un ejercicio pleno de sus derechos fundamentales.”

Es urgente que se dé un cambio de paradigma, de la mano con la sociedad. “Si un modelo no funciona, ¿por qué seguir con él?” Dijo que una opción para modificar los esquemas actuales de operación es la creación de la “policía de proximidad”, en la cual, “en lugar de ser un funcionario quien aplica la ley, se vuelve facilitador para resolver conflictos en su comunidad”.

Durante el foro, organizado por la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato, se subrayó que “la sociedad exige policías reactivas aunque violen las garantías individuales, pero son los mismo ciudadanos quienes protestan por el abuso cuando se ven afectados en sus garantías, y entonces piden respeto a la legalidad”.

Durante el congreso, el especialista Luis González Plascencia expresó que “es necesario replantear el tema de la privación de la libertad en el contexto de la política criminal alternativa, aspirando a modelos de justicia que recuperen las redes sociales, a modelos que renuncien a una actitud predominantemente punitiva”, es decir, que todos los delitos sean sancionados con prisión.

En su exposición, Julián Gudiño aseveró que se debe generar un “modelo policial acorde con las necesidades sociales actuales, que coadyuve tanto en la confianza de la ciudadanía como en la obtención de resultados efectivos en materia de seguridad pública”.

La investigadora española Rosa Ventas Sastre puntualizó que la “medida privativa de la libertad sólo se debe aplicar en delitos graves, y se debe implementar la mediación penal como programa de prevención de la delincuencia juvenil mediante la conciliación y la reparación del daño”.

En tanto, Joseph Padan, quien ha sido parte del sistema de inteligencia israelí por más de 23 años, expuso que a la delincuencia organizada se le debe atacar de la misma manera que al terrorismo: “cada día” y poniendo en marcha medidas de prevención para que nada ocurra. Destacó que es necesario crear fuerzas especiales contra esos ilícitos, toda vez que “las fuerzas armadas regularmente no están entrenadas para esas tareas”.

A todo mundo se puede sacar información

Durante su exposición, el israelí, quien posteriormente no quiso hacer declaraciones a la prensa, dijo en relación con los interrogatorios a que son sometidos los delincuentes que “no existe persona a la que no se le pueda sacar información, pero en los países democráticos dicen: no, no lo toques, déjalo dormir seis horas y dale de comer tres veces al día”.

A pesar de que varios ponentes se manifestaron en contra del establecimiento de la pena capital o en contra de que se aumenten las penas corporales, la dirigente de México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, declaró que si la gente está pidiendo cadena perpetua y pena de muerte para quien comete los delitos de violación, secuestro y homicidio, “se lo debemos dar, aunque ello no solucione el problema”.

Ante un auditorio lleno, subrayó: “me pregunto si en el caso del delito de robo a casa habitación la gente se merecería la pena de muerte”.

 
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