■ La nadadora Doramitzi González conquista el bronce en los 100 metros libres, categoría S6

Juan Ignacio Reyes y Eduardo Ávila dan preseas de oro a México

■ El representativo nacional en los Juegos Paralímpicos de Pekín se ubica en el noveno sitio del medallero

■ Saúl Mendoza y Aarón Gordián clasificaron a la final de 5 mil metros, T54

Agencias

Pekín, 8 de septiembre. Mientras los emblemáticos nadadores Juan Ignacio Reyes y Doramitzi González obtuvieron oro y bronce, respectivamente, México tuvo en Eduardo Ávila a su primer campeón en judo en la justa paralímpica de Pekín.

Tras cumplir su palabra de refrendar el título en 50 dorso, categoría S4, Juan Ignacio no defraudó al lograr un crono de 42.77 segundos, sin poder superar el récord mundial y paralímpico de 42.71, que él mismo logró en las eliminatorias.

De esta forma, Juanito, como se le conoce, conservó por tercera ocasión consecutiva su corona paralímpica que defiende desde Sidney 2000, a pesar de que en esta ocasión no contó con el apoyo de su entrenador, Hugo López, de la Acuática Nelson Vargas Lindavista, al ser excluido de la delegación nacional.

Apoyado sólo en una pierna, Reyes dominó su especialidad para vencer al francés David Smetanine (48.66) y al chino Huabin Zeng (49.02) en la piscina del Cubo de Agua.

Estos juegos marcan una nueva etapa del deporte adaptado mundial, al juntar las categorías e incrementar el nivel competitivo.

Feliz por su proeza de mejorar por cuarta ocasión su récord del orbe en lo que va del año, el deportista se dijo satisfecho, ya que eso lo motiva a seguir en el ciclo que culminará en Londres 2012.

La que se quedó con las ganas de subir a lo más alto del podio como hace cuatro años fue Doramitzi González, quien ahora se quedó con el bronce en 100 libres, categoría S6, con 1.19.36 minutos.

Integrante del equipo de natación sobre silla de ruedas, Doramitzi no pudo contrarrestar la presión ejercida por la británica Eleanor Simmonds (1.18.75) y la holandesa Mirjam Koning-Peper (1.19.29), que a la postre se quedaron con el primero y segundo sitios.

“Fue un tercer lugar que me sabe a gloria”, dijo la michoacana de 25 años al concluir la prueba, tras reconocer el alto nivel de competencia, luego de que los organizadores compactaron las clasificaciones.

La gran sorpresa del día la dio el judoca Eduardo Ávila, joven que padece debilidad visual, al lograr la primera medalla de oro para México en este deporte en la historia de los Juegos Paralímpicos.

Un ippon fue suficiente para que Ávila, de 21 años, venciera en la final al chino Zhilin Xu, en la división menor de 73 kilogramos, dejando en el camino a los representantes de Cuba y Argentina, producto de las horas de entrenamiento con su padre Hilario, que es su preparador.

Con las tres preseas de esta jornada y el título de Nely Miranda, el domingo, México se ubica en noveno sitio del cuadro general de medallas, que encabeza China (8-10-10), seguido de Estados Unidos (8-4-5) y Gran Bretaña (7-5-3).

En el Nido de Pájaro, Perla Bustamante finalizó en cuarto sitio en salto de longitud F-42, con 3.51 metros, su mejor marca en deportistas amputados, en tanto que Azucena Saucedo concluyó novena en lanzamiento de bala con 7.56. En las dos pruebas se impusieron récords del orbe.

A su vez, Saúl Mendoza y Aarón Gordián clasificaron a la final de 5 mil metros T54, al terminar en la segunda posición de sus respectivos heats, mientras que en basquetbol, las mexicanas sumaron su segundo revés, ahora frente a Japón, por 52-34.

El presidente Felipe Calderón felicitó ayer a Juan Ignacio Reyes y a Eduardo Ávila, ganadores de medalla de oro para México durante los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008.

El titular del Poder Ejecutivo señaló a estos dos deportistas que con sus triunfos le han dado una gran alegría a los mexicanos, y que representan un ejemplo de la garra y el coraje con los que debemos enfrentar cualquier reto que se nos presente.

De acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República, Calderón reconoció a Juan Ignacio Reyes y a Eduardo Ávila su actitud y capacidad para superar la adversidad y para alcanzar nuevos triunfos.