■ Presenta Fragmentos de un discurso chistoso, obra basada en su investigación sobre tema
Una carcajada, tan saludable como hacer el amor, afirma Cecilia Sotres
■ El poder le tiene cariño a la risa fácil, la de la televisión, pero le teme a la que disecciona a la sociedad, expresa la teatrera, integrante de Las Reinas Chulas
■ Se escenifica en El Vicio
“Nos reímos de la muerte, de las tragedias, de cosas de las que ningún otro país se ríe. ¿Porqué no aprovechamos eso y nos reímos, pero también actuamos? Que nos lleve a cuestionarnos, que nos haga reflexionar. Mi ideal sería que nos riamos –una buena carcajada es tan saludable como hacer el amor– y lo llevemos a la acción”, dijo la actriz Cecilia Sotres, integrante de la compañía teatral Las Reinas Chulas, quien presenta Fragmentos de un discurso chistoso.
Quizá una razón por la que el humor no puede ser usado como arma de tranformación es porque nos reímos de lo equivocado, aventuró Sotres.
El poder “le tiene cariño a la risa fácil, a la de la televisión (mexicana), la abona”. En cambio, “le tiene miedo a otro tipo de risa, la que es como un filo de cuchillo y disecciona la sociedad, a esa le tiene miedo” porque no quiere que las cosas cambien.
La Pantera Rosa Mexicano, el personaje de la obra, actuado por Sotres, más que reirse, observa a quienes lo hacen. Y en Fragmentos de un discurso chistoso revela los motivos de la risa: los sketches van “de un humor muy blanco hasta uno muy negro”. Su intención es “tocar esos dos límites y en medio diferentes tipos de humor”, como el rojo.
La obra está basada en una investigación (con una beca del Fonca) que realiza sobre el humor, la risa, el dolor y la angustia, y cómo se relacionan entre sí.
En su somero recuento de la historia del humor, Sotres luego toca la época de la Edad Media: “la risa fue satanizada por la Iglesia católica” por peligrosa (mostrado en El nombre de la rosa).
En su investigación también revisó a Sigmund Freud, Jacques Lacan y Henri Bergson.
Por otro lado, el humor en México es parte de una investigación continua de Sotres sobre la carpa, la revista, el albur.
Más allá de los libros, también está su contacto cotidiano con el público de El Vicio, teatro bar administrado por Las Reinas Chulas: “¿Qué es lo que pasa con la risa? Cuando la risa toca al dolor: me estoy riendo, pero auuch... que es la risa que generalmente queremos generar porque lleva a cuestionar, más allá de moralejas”.
La piel de los sketches está hecha de distintos tipos de humor, la carnita la forman diversos temas, como el consumismo. Para esta parte pidieron permiso de filmar en una sucursal de Elektra, pero les fue negado. Terminaron grabando en Liverpool, donde la Pantera Rosa Mexicano fue un exitazo: “La veían y caían redonditos, los hipnotizaba”, entraban al juego del sketch.
Y la pantera “compró y compró... y después debía hasta la piel”. Ése es el tema del sketch: “trabajamos, trabajamos, trabajamos, y luego comprar, comprar, comprar, y deber, deber, deber, y necesitamos trabajar más y más y más. Como ratita hamster, no te das cuenta y caes” en la trampa, en este “sistema perfectamente elaborado”.
–Hasta que ya no funcione.
–Se está desmoronando. Se cae solo. El planeta no lo soporta. Los seres humanos no podemos aguantarlo, no es digno.
Parte fundamental de la obra, presentada durante el pasado sexto Festival Internacional de Cabaret y restrenada el sábado pasado, es la música.
Juan Domingo Rogel hizo adaptaciones, compuso alguna de las canciones, como El ranchero Rap, y dirige el cuarteto formado por él mismo (saxofón y bajo), Hans Ávila (batería), Helios Valdez (saxofón) y Thania Ugalde (saxofón).
Dos caminos: el tonto y el enfermo
Hay algo supuestamente chistoso que hace llorar a Cecilia Sotres: “Tres minutos de un programa cómico de Televisa y me pongo a llorar.
–La risa lobotómica.
–Ándale. Vamos a montar un espectáculo que se llame así y llamamos a Eugenio Derbez, Adal Ramones y La Chupitos.
Y peor: “Esa risa lobotómica permea todo”. Por eso, la apuesta de la Pantera Rosa Mexicano es “pasar de una risa pasiva a una activa. Es muy utópico, pero creo que se puede. Parte fundamental es la educación, no la formal, (sino) una cuestión de educarnos en convivir, respetarnos, respetar la diversidad cultural, sexual, política”.
Una risa que nos haga libres, que nos ponga alas, como diría el poeta Miguel Hernández.
Fragmentos de un discurso chistoso se presenta los sábados, a las 22:30 horas, en El Vicio. Madrid 13. Coyoacán. www.lasreinaschulas.com. 5659-1139. Entrada: 200 pesos.