Usted está aquí: jueves 11 de septiembre de 2008 Estados Ejidatarios de La Trinitaria se apoderan de zona arqueológica

■ Acusan al INAH de explotarla sin darle mantenimiento adecuado

Ejidatarios de La Trinitaria se apoderan de zona arqueológica

Ángeles Mariscal (Corresponsal)

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 10 de septiembre. Ejidatarios del poblado Miguel Hidalgo, municipio de La Trinitaria, se apoderaron de la administración de la zona arqueológica Chincultik porque consideran que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no le ha dado mantenimiento adecuado y usufructúa excesivamente el sitio sin que ello genere beneficios para las comunidades de la zona.

Días antes, habitantes de Santa Rita, Ojo de Agua, Nuevo Porvenir, Venustiano Carranza, Antela, San Nicolás, Tierra Blanca y Nueva Rosita, del mismo municipio, se posesionaron del parque nacional Lagunas de Montebello. Planean administrar ambos lugares en forma comunitaria y los mantienen abiertos al público.

Desde el domingo pasado unos 730 ejidatarios se hicieron cargo de la administración de las ruinas arqueológicas y disminuyeron el costo de la entrada, de 35 pesos que cobraba el INAH, a 20.

Dijeron que tomaron posesión del sitio con base en lo estipulado en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual señala que los pueblos indígenas son dueños de su territorio.

No obstante, esperan que funcionarios del gobierno federal negocien con ellos para hacer oficial esta medida, pues reconocieron que las ruinas son patrimonio de la nación.

Los ejidatarios se comprometieron a preserva la fauna y los bosques del área, según expuso un dirigente que leyó un pliego petitorio dirigido a la delegación del INAH en Chiapas.

“Vamos a tener en buen estado el sitio y esto implica el cuidado de la fauna, bosques y ruinas. A partir de ahora habrá un mejor aspecto”, aseguró.

Los fondos recaudados por el cobro a los visitantes se destinarán al mantenimiento de la zona. “Vamos a preservar este patrimonio, donde hace muchos años trabajaban nuestros abuelos”, dijo otro lugareño.

El arqueólogo Carlos Navarrete aseguró que los ejidatarios no han interferido con las tareas de investigación, exploración y reconstrucción.

 
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