Usted está aquí: sábado 13 de septiembre de 2008 Política Evitar fuga de cerebros, pide astronauta de origen mexicano

■ José Hernández fue a Cámara y Senado

Evitar fuga de cerebros, pide astronauta de origen mexicano

A. Becerril y R. Garduño

José Hernández Moreno, astronauta estadunidense de origen mexicano, estuvo ayer en el Senado y en la Cámara de Diputados, donde pidió a los legisladores tomar medidas para evitar la “fuga de cerebros” e impulsar la iniciativa para crear la Agencia Espacial Mexicana, que permitiría al país “desarrollar su propia tecnología”.

Aunque se trata de un proyecto que requiere una fuerte inversión, este mismo mes se discutirá en el Senado la minuta por la que se crea esa Agencia Espacial Mexicana, comentó el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Francisco Javier Castellón, el único legislador que ayer recibió al astronauta en Xicoténcatl.

Aunque no forma parte de esa comisión, la también perredista Yeidkol Polevnsky llegó más tarde al encuentro, pero la mayor parte del tiempo sólo Castellón participó en el encuentro, ya que la gran mayoría de senadores salió de la ciudad un día antes por el puente de las fiestas patrias.

El doctor Hernández Moreno, que el 30 de julio de 2009 viajará al espacio en el transbordador Atlantis, en un nuevo proyecto de la NASA, comentó que la Agencia Espacial Mexicana pudiera erigirse en la Península de Yucatán e incluso ser costeable, ya que podría rentarse a empresas privadas estadunidenses, porque entre más cerca se esté del Ecuador, menos combustible se gasta para ir al espacio.

Incluso –dijo–, se podría habilitar un laboratorio espacial en el mar y realizar caminatas en el fondo marino, como simulación del suelo lunar. Con esos recursos –insistió– se podría financiar la agencia mexicana, dedicada además a la investigación.

En buen español, relató luego que su origen es muy humilde, ya que sus padres viajaban cada año de La Piedad, Michoacán, a California, para trabajar en la cosecha, y en uno de esos viajes le tocó nacer en Estados Unidos y ahí educarse. Cuando cursaba preparatoria –dijo– descubrió que un puertorriqueño se encontraba en un programa de la NASA para ser adiestrado como astronauta, y quiso también intentarlo. Explicó que 12 veces lo rechazaron, pero en su intento número 13 lo logró.

 
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