Usted está aquí: jueves 25 de septiembre de 2008 Cultura La ópera en México no permanece en el abandono, sostiene José Areán

■ Se estrenó Manon Lescaut, de Puccini, en el Teatro de la Ciudad

La ópera en México no permanece en el abandono, sostiene José Areán

Ángel Vargas

Ampliar la imagen José Areán, con casi dos años al frente de la CNO José Areán, con casi dos años al frente de la CNO Foto: Jesús Villaseca

Decir que la ópera en México está en el abandono no sólo es injusto, sino una afirmación sin sustento, replica el director de orquesta José Areán a las persistentes críticas sobre su gestión al frente de la Compañía Nacional de Ópera (CNO), la cual encabeza desde el 8 de febrero de 2007.

Previo al estreno de la ópera Manon Lescaut, de Puccini, efectuada la noche del martes en el Teatro de la Ciudad, el ex director del Festival de México en el Centro Histórico asumió como “normales” ese tipo de discrepancias con su trabajo, “ya que la ópera es como la fiesta brava: un ámbito de pasiones desbordadas”.

En entrevista, subrayó que inclusive toma a bien esas críticas, porque provienen de personas interesadas en el desarrollo y el bienestar del género, si bien consideró deseable que las mismas se dieran en términos más de un intercambio, de diálogo reflexivo.

Entre las razones con las que explica el decremento en el número de títulos operísticos al año, figura en primer lugar la estrechez presupuestal, pero también la transformación que ha sufrido en años recientes el género, al pasar de lo vocal a un mayor énfasis teatral, lo cual ha extendido el tiempo dedicado a los ensayos y el montaje y, como consecuencia, ha reducido el número de títulos y funciones, según dice.

En contraste con los cuatro o cinco días de ensayo que se requerían aún hasta los años 60, a la fecha se necesitan de tres a cinco semanas, dice, pues “queremos crear una cosa mucho más rica desde el punto de vista teatral, pero no porque lo hayamos decidido, sino porque el género se ha transformado así en el ámbito internacional”.

No seguir esa línea, abunda, sería apartarnos de nuestra aspiración de lograr montajes de calidad internacional y “mantenernos en una expectativa provincial; no somos una ópera provincial, somos una de las tres casas de ópera más importantes de Latinoamérica, junto a los teatros Colón, de Buenos Aires, y Municipal, de Santiago, de Chile”.

Manejo adecuado de recursos

Otro factor con el que Areán justifica que al año sólo se presenten seis o siete títulos en el Palacio de Bellas Artes es que esta sede debe ser compartida con las compañías Nacional de Danza y la Orquesta Sinfónica Nacional, lo cual limita tiempos y fechas de presentación.

Entre otros aspectos, rechaza haber incurrido en malos manejos financieros en la CNO; inclusive afirma que acaba de ser auditado y todo salió bien. Ello luego de una supuesta falta de concordancia de 9 millones de pesos entre los 27 millones que se reportaron que se habían ejercido y los 18 millones que el Instituto Federal de Acceso a la Información reportó. “Se pidió información parcial y por eso el instituto no proporcionó la concerniente a otros rubros”, aseguró.

Para Areán no hay conflicto de interés entre su labor de funcionario público y su carrera como director de escena. Sostiene que es algo que varios predecesores en el cargo han combinado y nadie los ha criticado. Recordó a Eduardo Mata, Enrique Diemecke y Enrique Patrón de Rueda.

Es tiempo, dijo, de poner sobre la mesa que la CNO cuente con un director artístico y otro ejecutivo.

 
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