DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2008 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Introducción

Conoce Naturalia y apoya la conservación
Paloma Sabau Riquer

ConservACCIÓN®: unión por nuestras especies en peligro
Óscar Moctezuma O.

La reserva para el jaguar del norte
Juan Carlos G. Bravo

En camino a lograr la conservación del jaguar
Carlos López


Correo electrónico:

[email protected]

  

Artículo 3

La reserva para el jaguar del norte

Juan Carlos G. Bravo
Representante para el Noroeste de México
Naturalia, AC
Correo electrónico: [email protected]

En la vorágine cotidiana que llamamos modernidad, nos dejamos llevar por la adicción a la adrenalina urbana y vivimos día a día olvidando que, fuera de nuestra imitación de hábitat hecha de concreto y vidrio, existe una red de vida de la que dependen nuestra economía, nuestra salud e incluso nuestra supervivencia.

Esta red mantiene su coherencia de la misma forma que un tejido. Los “nudos” son áreas de una cualidad especial que albergan la mayor diversidad de vida en el planeta y los hilos son las conexiones que existen entre estas áreas. Pero nuestras actividades descontroladas erosionan esa trama. Por eso se vuelve tan importante crear reservas naturales que protejan esos “nudos” de vida y asegurar que éstas puedan vincularse con otras reservas a través de “corredores biológicos”.

En Naturalia, AC, reconocemos el importante papel que juegan los grandes sitios silvestres en los que las reglas son las que impone la naturaleza y el impacto humano es el mínimo. Sabemos que si no protegemos estos sitios, la biosfera se va a desgastar hasta un punto en el que le sea imposible sostener a la mayoría de las especies, incluida la nuestra. El panorama alternativo es seguir como si nada y dejar un mundo yermo y desolado; pero nos rehusamos a creer que llegamos hasta aquí, en nuestra evolución como humanidad, sólo para heredarle el planeta a las cucarachas y las bacterias. Por eso hemos dedicado muchos esfuerzos en los últimos años a la conservación de la naturaleza por medio de la creación de reservas privadas.

En el estado de Sonora hemos logrado proteger un área de 18 mil hectáreas (en contraste, la delegación Xochimilco en el Distrito Federal, mide poco más de 12 mil hectáreas) para la población más norteña de jaguares (Panthera onca). Esta reserva, ubicada en le municipio de Sahuaripa, no sólo provee santuario al felino más grande de América, sino que es un centro de influencia en la región que busca cambiar la perspectiva de los ganaderos para que modifiquen sus prácticas a fin de convivir con grandes depredadores como jaguares y pumas.

En la Reserva del Jaguar del Norte hemos documentado cuatro especies de felinos silvestres: jaguar, ocelote (Leopardus pardalis), puma (Puma concolor) y gato montés (Lynx rufus), más de cien especies de aves, más de 24 de reptiles y anfibios y más de 70 especies de mamíferos. Esta biodiversidad coexiste en una mezcla de hábitat compuesta por matorral espinoso sinaloense, bosques de encinos y corredores ribereños con características propias. Aunque anteriormente los cuatro predios que la componen eran ranchos ganaderos, su estado de conservación es muy bueno e incluso hay en ellos regiones en las que se mantienen condiciones como las que había hace cientos de años.

Estas y otras características resaltaron el sitio como uno de los 32 más importantes para la conservación en la Sierra Madre Occidental, según un estudio hecho por Naturalia, AC, en 1997. En los años siguientes al estudio, realizamos una campaña de recaudación de fondos que incluía, entre otras cosas, la venta de monedas de plata con imágenes de animales mexicanos en peligro de extinción. Así pudimos obtener el apoyo de miles de personas para comprar un predio de 4 mil hectáreas donde establecimos, en principio, la primera reserva mexicana destinada principalmente a la conservación del jaguar.

A principios de 2008, y como resultado de una campaña internacional de recaudación de fondos, a la que sumamos lo que pudimos colectar con la campaña de ConservACCIÓN®, tuvimos finalmente los recursos suficientes para comprar 14 mil hectáreas adicionales a las que veníamos protegiendo desde 2003. Hoy la Reserva del Jaguar del Norte es el refugio más importante para la especie en esta región del país y, con estrategias diversas, estamos asegurando que continúe conectado a otras áreas protegidas en el estado.

A cinco años de la compra de la primera sección, la recuperación del sitio es notable, pues durante ese tiempo no ha habido ganado deteriorando la vegetación y la fauna no ha sido perturbada.

Dentro de la reserva, realizamos un monitoreo constante del jaguar y las especies que comparten su hábitat utilizando cámaras-trampa. Amarradas a un árbol, estas cámaras esperan durante semanas el paso de un animal que active su sensor para tomar una foto. Además el personal de la reserva recorre áreas muy grandes tomando registros de animales y plantas. A veces, la única evidencia que deja un jaguar a su paso es una huella en el suelo, pero incluso esto es suficiente para darnos información sobre ellos.

Afuera de la reserva, llevamos más de un año apoyando a nuestros vecinos ganaderos que han accedido a proteger al jaguar. El apoyo consiste en colocar cámaras-trampa como las que usamos en la reserva dentro de sus ranchos y por cada fotografía de felino obtenida con esas cámaras, los ganaderos reciben entre 500 y 5 mil pesos, como incentivo económico. Así promovemos que toleren la presencia de estos animales y estén alertas a señales de cazadores en la zona. Aunque el proyecto está en una etapa experimental, ya hay evidencia preliminar de que la actitud ganadera va a ir cambiando.

En conjunto con la asociación sonorense Conciencia y Educación Ambiental, AC, hemos diseñado un taller que recorrerá las escuelas primarias de al menos tres municipios de la región en los próximos meses, enseñando a los niños la importancia biológica de la región en la que viven e involucrándolos emocionalmente con la conservación de la naturaleza en general y del jaguar en particular.

Además, durante este mes de agosto estamos realizando pláticas en coordinación con la Unión Ganadera Regional de Sonora, donde informamos a ganaderos en distintos municipios sobre técnicas de manejo de ganado que pueden reducir las pérdidas causadas por carnívoros silvestres. Seguiremos realizando este tipo de actividades, así como estableciendo presencia en los medios más consultados por los ganaderos, como la radio y las revistas ganaderas, para ir transformando lo más importante: la mentalidad de la gente que convive con la fauna silvestre.

Aun así, sabemos que para lograr la conservación del jaguar y asegurar que nuestra reserva no se convierta en una “isla” rodeada de terrenos sin biodiversidad, es necesario expandirnos más allá de nuestros vecinos inmediatos y por ello lideramos la creación del Grupo Estatal para la Conservación y Manejo de Grandes Carnívoros Silvestres. Esta iniciativa nos permite aliarnos con organizaciones de metas similares a las nuestras para proteger no sólo al jaguar, sino también al oso negro, al ocelote y a otras especies, con lo que damos pasos firmes hacia la transformación de grandes territorios para que su desarrollo sea en armonía con la naturaleza.

Queda mucho por hacer si queremos proteger la biodiversidad del noroeste de México y al jaguar, que es emblema de este esfuerzo y guardián natural de las tierras silvestres. Pero si los mexicanos hacemos conciencia de la importancia de conservar nuestro país y nos sumamos a esfuerzos como el de Naturalia, AC, apoyando con donativos, difundiendo las nociones de conservación y educando a nuestros hijos, podremos proteger una de las regiones biológicas más importantes del continente y hacer nuestra parte en la protección de la trama de vida de nuestro planeta.

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