Usted está aquí: lunes 6 de octubre de 2008 Cultura Presentan compilación de textos sobre teatro de Esther Seligson

■ Destaca Hugo Gutiérrez Vega el papel de la UNAM contra la censura

Presentan compilación de textos sobre teatro de Esther Seligson

Merry MacMasters

Ampliar la imagen En la imagen, la escritora Esther Seligson acompañada por el director de La Jornada Semanal En la imagen, la escritora Esther Seligson acompañada por el director de La Jornada Semanal Foto: Cristina Rodríguez

La censura y cómo el teatro universitario ha logrado vencerla fue tema recurrente en la presentación –ayer– de Para vivir el teatro (Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2008), libro que reúne los textos publicados por Esther Seligson en la revista Proceso, en los periodos 1976 a 1979, 1981 a 1982, 1990 y 1991.

La autora definió el acto como un homenaje al teatro universitario y “a todos los que hemos participado como espectadores, creadores y hacedores.

“En un país donde la censura ha sido activa, la universidad, al contrario, ha sido campo de experimentación abierto a todas las corrientes del pensamiento y a todas las actitudes teatrales”, expresó el poeta Hugo Gutiérrez Vega ante el público que llenó la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Del libro, que abarca varias décadas de la historia del teatro en México, Gutiérrez Vega dijo quedarse con el aspecto de cómo el teatro universitario ha logrado vencer la censura. En seguida, y a petición de Seligson, el director de La Jornada Semanal contó una anécdota de sus tiempos como titular de la Casa del Lago: “La reabrimos en 1977 con dos puestas en escena de Héctor Mendoza –allí presente–. Después, cuando todavía estaba Juan José Gurrola con nosotros, montamos Robert ce soir, de Klosowsky, puesta en escena muy accidentada, aunque se estrenó con mucho éxito”.

La mañana siguiente le telefoneó el entonces rector de la UNAM, Guillermo Soberón: “Hugo, me dicen que la obra que han puesto es sumamente grosera”. “Mire, usted, es moderadamente grosera”, apuntó el poeta. En seguida, su interlocutor preguntó por el segundo acto donde aparecía Fuensanta Zertuche con poca ropa: “Señor rector, una aclaración, prácticamente sin ropa”.

“Bueno –continuó el rector– entra un enanito (en efecto, del Circo Atayde) vestido de mariscal napoleónico”. “Sí”. “Pero, le abre las piernas a la señora”. “Andamos mal –corrigió don Hugo–, ella las abre sola”. Y, “en ese momento le pone un anillo en el clítoris”. “Entonces, señor rector, le aseguro que casi nunca le atina”.

El caso es, señaló Gutiérrez Vega, que el rector aguantó vara y seguimos adelante hasta que vino después La prueba de las promesas, de Gurrola, obra con que se estrenó el teatro Juan Ruiz de Alarcón. En la presentación del libro se encontraba la actriz Rosenda Monteros, quien relató en qué consistió la suspensión de la obra.

También participaron con anécdotas los directores de teatro Héctor Mendoza y Germán Castillo, así como las actrices Mar-tha Verduzco y Martha Aura, el actor Claudio Obregón, y Francisco Álvarez, responsable de la mécanica teatral.

 
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