Usted está aquí: martes 7 de octubre de 2008 Capital Provocan porros deserción de alumnos en los CCH

■ Los planteles Naucalpan, Vallejo y Sur, donde más se resiente: funcionario de la UNAM

Provocan porros deserción de alumnos en los CCH

Raúl Llanos y Rocío González

Entre 30 y 40 por ciento de los estudiantes de primer ingreso en los distintos planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) dejan sus estudios a consecuencia de los robos, agresiones e intimidaciones que sufren por parte de grupos porriles, aseguró Javier Cervantes Arias, asesor de la Dirección General de ese sistema escolar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante una conferencia de prensa que dio junto con el diputado local del PRD Enrique Vargas, el funcionario universitario expresó que es en el CCH Naucalpan donde se resiente más la deserción de los jóvenes, y dijo que eso se debe a que en ese plantel opera uno de los grupos porriles “más violentos”, la Federación de Estudiantes de Naucalpan.

Añadió que otro de los colegios en donde se da en mayor cantidad el abandono es en el CCH Vallejo, seguido del Sur.

En sus intervenciones, tanto Cervantes Arias como Enrique Vargas aseguraron que uno de los principales problemas que impide acabar con el fenómeno del porrismo es la “protección” que le brindan líderes de partidos e incluso funcionarios delegacionales.

Javier Cervantes precisó que, por ejemplo, en Gustavo A. Madero hay funcionarios del área de mercados que protegen a porros del CCH Vallejo, mientras que en Azcapotzalco es del área de Seguridad Pública donde se da esa colusión entre funcionarios y seudoestudiantes, por lo cual se sienten seguros para delinquir.

Una situación similar, dijo, se da con autoridades delegacionales de Xochimilco, quienes se coluden con porros del CCH Sur.

Frente a este panorama, consideraron que es necesario que a la par de las acciones que ha tomado la UNAM para ya no dejar entrar en sus instalaciones a los jóvenes que son identificados como porros, las autoridades delegacionales y del Gobierno del Distrito Federal deben poner de su parte para solucionar ese problema.

Incluso, añadieron que es en los alrededores de los cinco colegios de Ciencias y Humanidades donde los porros cometen sus tropelías en contra de los alumnos, a quienes roban dinero o celulares, o bien los despojan de sus ropas o calzado, lo que hace que muchos adolescentes desistan de seguir adelante en sus estudios.

De igual manera, se les obliga a vender boletos para fiestas a las que deben ir y en las que les ofrecen alcohol, drogas y mujeres.

Ante ello, pidieron que también las autoridades delegacionales verifiquen los giros negros que operan alrededor de los CCH y los cierren.

 
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