Usted está aquí: sábado 11 de octubre de 2008 Capital Capturan a presunto violador serial en Iztapalapa

Capturan a presunto violador serial en Iztapalapa

Agustín Salgado

En octubre de 2006 se descubrió la actuación de un violador serial en la sierra de Santa Catarina. El agresor actuaba de manera solitaria; se hacía pasar como “vigilante” de los cerros y sus víctimas eran adolescentes de secundaria.

Dos años después, a las primeras denuncias se acumularon 18 más. Todas referían el mismo modus operandi.

El presunto responsable, de nombre Florentino Guzmán Arcos, fue detenido el miércoles en las inmediaciones de la Cueva del Diablo, de la delegación Iztapalapa.

En los primeros interrogatorios, el inculpado, reconoció que estuvo preso 11 años en un penal del estado de México. La sentencia dictada en su contra era de 22 años, sin embargo, en 2003 obtuvo su boleta de libertad. Las autoridades mexiquenses lo acusaron y lo encontraron penalmente responsable de cuatro violaciones agravadas.

Purgada parte de dicha sentencia, ahora tendrá que enfrentar otras acusaciones que recaerán en un juzgado del Reclusorio Norte.

La primera averiguación que inició la procuraduría capitalina refiere que Guzmán Arcos abordó a una pareja de adolescentes en el Cerro de las Cruces. Tras “reprenderlos” por pasear en una zona “prohibida” los encaminó a una vereda y finalmente los amagó con un arma blanca.

Al hombre lo amarró de pies y manos. En las extremidades inferiores utilizó las agujetas de la víctima y para las manos un “lazo de vinil” que traía consigo.

A la mujer la llevó unos “100 metros” adelante, la violó en repetidas ocasiones y la obligó a realizarle sexo oral. Al final se fue del lugar, no sin antes despojar a los jóvenes de sus pertenencias.

Semanas después se levantó otra denuncia que refería un modo de operar similar. Primero fue en el Cerro de las Cruces, después en el cerro de San Miguel Teotongo, luego en las Minas de Guadalupe y así hasta completar 19 averiguaciones previas.

A no ser por el lugar en el que ocurrieron los hechos, las diferencias entre las denuncias levantadas eran apenas perceptibles. En todas se describía al agresor como un hombre vestido de mezclilla, chamarra borrega, botas y gorra. Los rasgos físicos también eran coincidentes, un sujeto con boca mediana, labios gruesos y ojos medianos color café.

Los delitos que enfrentará son violación agravada, violación impropia, abuso sexual y robo agravado calificado.

 
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