Usted está aquí: domingo 12 de octubre de 2008 Deportes El deporte no es un trabajo o negocio, sino mi vida, asegura Nelson Vargas

■ Presentó su libro, al igual que el del entrenador Ronald Johnson

El deporte no es un trabajo o negocio, sino mi vida, asegura Nelson Vargas

Abril del Río

“Para mí el deporte no es un trabajo, no es un negocio, no es parte de mi vida, es mi vida”, es la frase que Nelson Vargas repite convencido y que asienta en la solapa de su libro Más aciertos que errores, una pasión incansable, en el que reúne poco más de 50 años de experiencias en el medio deportivo como entrenador, empresario, funcionario público y padre de familia.

El documento fue presentado en el contexto del 40 aniversario de los Juegos Olímpicos México 68, de manera alterna con otro, dedicado por entero al “arte” de la natación: Un romance con el agua, del entrenador Ronald Johnson, quien se hizo cargo del equipo mexicano, que en aquella justa cosechó las dos únicas preseas que tiene el país en el deporte acuático, de Felipe Muñoz y María Teresa Ramírez.

Johnson faltó a la cita por atender a su esposa enferma de cáncer, pero el legendario técnico también se recupera de un infarto que sufrió hace poco menos de dos meses, explicó Phillip Wells, de la Asociación Estadunidense de Natación, a quien le encomendaron la representación del libro.

Vargas, quien estuvo acompañado de cientos de ex alumnos a los que dirigió desde los años 60 y hasta la actualidad, dirigentes y comunicadores del medio acuático, se ha reactivado como profesional después de que su gestión al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte acentuara los enfrentamientos con otros sectores del deporte mexicano, hacia los que se ha mantenido crítico.

Aunque en estos dos años ha continuado con el desarrollo de sus centros deportivos, considera un esfuerzo particular la realización de la Clínica Mundial de Natación y la presentación de su libro, sobre todo porque ha debido sobreponerse en diversos sentidos a partir del secuestro de su hija Silva, hecho al que dedica un espacio al final del libro.

“No es fácil, me da tanto gusto empezar con una actividad profesional y después de haber salido de la Conade, me da gusto la respuesta de la gente que me estima y me quiere, a pesar de lo que estoy pasando en estos momentos en mi vida personal y con mi familia, pero tengo que ser ejemplo para mis hijos y mis nietos, que tienen toda la vida por delante. No debo sentirme muerto, tengo que demostrarles que, a pesar de que tengo muerta una parte de mi ser, sigo en la lucha para que ellos entiendan que tienen familia y tienen que echarle ganas.”

Y sostuvo: “No es una frivolidad hacer un evento de esta naturaleza, porque mucha gente lo puede pensar así. Que quede muy claro que debo ser un ejemplo para mi familia y para la gente que vive de mi empresa. Por eso lo hago con todo el corazón”.

En 13 capítulos escritos por Armando Satow, Nelson Vargas Basáñez comparte desde su niñez, sus inicios como instructor y empresario impulsor de la natación; diversas formas en las que ha participado en todos los ciclos olímpicos desde México 68, los reveses en su paso como dirigente crítico, a la vez que reconocido con dos premios nacionales de deportes como presidente de federación.

“Yo no me quería ir a la tumba sin decir mi verdad en el deporte mexicano, lo que yo considero mi verdad”, explicó.

 
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