Usted está aquí: viernes 17 de octubre de 2008 Estados Policías comunitarias de Guerrero dicen haber acabado con el narco

■ Demandan a ediles y al gobierno de Guerrero dejar de perseguir al CRAC y fortalecerlo

Policías comunitarias de Guerrero dicen haber acabado con el narco

■ Desde 1995 han disminuido los asaltos, las violaciones y los asesinatos, aseguran fundadores

■ Solicitan capacitación y remuneración para los voluntarios que “hacen el trabajo del Estado”

Sergio Ocampo Arista (Corresponsal)

Ampliar la imagen Integrantes del Consejo Regional de Autoridades Comunitarias desfilan por la comunidad de Tilapa, municipio de Malinaltepec, en los límites entre la Costa Chica y la Montaña de Guerrero, para conmemorar los 13 años de fundación de las policías comunitarias Integrantes del Consejo Regional de Autoridades Comunitarias desfilan por la comunidad de Tilapa, municipio de Malinaltepec, en los límites entre la Costa Chica y la Montaña de Guerrero, para conmemorar los 13 años de fundación de las policías comunitarias Foto: Óscar Alvarado

Tilapa, Gro., 15 de octubre. Hace 13 años, ocho pueblos de los municipios de San Luis Acatlán y Malinaltepec promovieron la creación de la policía comunitaria. Hoy, 72 comunidades de 11 jurisdicciones se rigen por este sistema de justicia. Hace poco, 11 pueblos de Ayutla de los Libres y Marquelia demandaron su incorporación al Consejo Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), como se llama oficialmente el cuerpo que vigila estos poblados, dice Martín Candia Galindo, uno de sus fundadores.

¿A qué se debe el éxito de este experimento social, en el que participan unos 800 policías? Candia Galindo explica: “En los territorios bajo influencia de la policía comunitaria no hay presencia del narcotráfico o de algún cártel de la droga; nuestros jóvenes están libres de ese terrible mal. Con nuestro sistema comunitario de justicia hemos reducido los altos índices de criminalidad que había antes de 1995”, cuando se creó el CRAC.

“Aquí no hay sembradíos de ningún tipo de droga. En nuestras reuniones regionales les decimos a nuestros hermanos de diferentes comunidades que eso es malo para los niños, que en nada beneficia a los pueblos indígenas. Por eso en las zonas de la Costa Chica y la Montaña no operan los cárteles de la droga”, reitera el comandante del CRAC.

Gerónimo Santiago Calixto, comisario municipal de Tilapa, una de las primeras comunidades que se sumaron a este proyecto, confirma: “Desde 1995 bajaron los asaltos, las violaciones a nuestras mujeres y, sobre todo, los asesinatos. Aquí no hay narcotraficantes; los hemos erradicado. El alcoholismo disminuyó 40 por ciento. Creemos que los policías comunitarios merecen una recompensa, ya que no cobran salario.”

La entrevista se efectuó durante los festejos por el 13 aniversario de la creación del CRAC, martes y miércoles en Tilapa, comunidad mixteca del municipio de Malinaltepec, en los límites de la Montaña con la Costa Chica.

Mientras unos 600 policías comunitarios desfilaban, Candia Galindo recordó que las comunidades indígenas acordaron crear ese cuerpo en Santa Cruz del Rincón, en el mismo municipio, debido a los altos índices de violencia. “Eran constantes los asaltos, las violaciones y los asesinatos”, dice.

Zózimo Avilés Mendoza, uno de los consejeros del CRAC, puso un ejemplo para explicar el funcionamiento de la policía comunitaria: un indígena de Espino Blanco, municipio de Malinaltepec, “mató a su hermano hace unas semanas. Se le detuvo y, cuando la policía preventiva municipal pretendió llevárselo, el pueblo lo impidió. En asamblea se le sentenció y de castigo trabaja en diversas actividades de trabajo comunitario. Corresponderá a la comunidad decidir cuántos meses o años continuará en esa situación”.

Mario Campos, párroco del municipio de Xalpatláhuac, en la Montaña alta, fue más contundente al inaugurar el acto: “El propósito es crear condiciones para que converja el pueblo organizado, sobre todo ante el clima de violencia, al que las comunidades indígenas han respondido con espíritu patriótico.

“Hay alternativas para solucionar los problemas de inseguridad relacionados con el narco y los asaltos. Servir no es un delito; por eso pedimos a los alcaldes de la región fortalecer al CRAC”, agregó.

Llamó al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo a reconsiderar su actitud de “confrontación con el pueblo organizado” y cancelar las 38 órdenes de aprehensión contra comandantes y policías comunitarios, así como una averiguación previa a 13 de éstos, que “han asumido la responsabilidad en materia de seguridad que corresponde a los tres niveles de gobierno”.

El ex alcalde de Malinaltepec, el perredista Apolonio Cruz Rosas, sostuvo que el CRAC “ha traído paz social, tranquilidad y solidaridad entre los pueblos en los últimos 13 años, a pesar de que ningún gobierno le otorga presupuesto. Eso es positivo porque el dinero descompone a la gente, como sucede con las policías estatales. Lo que hace falta es capacitación. Aquí los policías son para cuidar al pueblo, a diferencia de otros municipios, donde cuidan a los altos funcionarios”.

Cirino Plácido Valerio, también fundador del CRAC, señaló que este sistema de justicia “no es un negocio. El estado debería garantizar seguridad y justicia, pero no lo hace; por eso ya no pedimos reconocimiento de la policía comunitaria, porque nos interesa que la reconozcan los pueblos indígenas, no el gobierno, que persigue a los miembros del CRAC”.

 
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