Usted está aquí: domingo 19 de octubre de 2008 Espectáculos Noche de aventura con Charlie Cardona en el Tributo a la salsa

■ Codo con codo las parejas se reventaron un dancing que terminó hasta la madrugada

Noche de aventura con Charlie Cardona en el Tributo a la salsa

■ Alberto Barros reunió a Moncho Santana, Tommy Ruiz, Saulo Sánchez y Wilson Saoko

Arturo Cruz Bárcenas

Ampliar la imagen Charlie Cardona, ex vocalista de Grupo Niche, en su encuentro con el público mexicano Charlie Cardona, ex vocalista de Grupo Niche, en su encuentro con el público mexicano Foto: Miguel Ángel Vilchis

Charlie Cardona, ex vocalista del Grupo Niche, hizo de la noche del pasado viernes Una aventura (título de su más sonado éxito), en el Salón Tropical La Maraka, lleno de quienes semana a semana bailan al ritmo de la salsa, merengue, son, cumbia o reggaetón. Eran ya las tres de la mañana del sábado y la concurrencia lo esperó hasta el final, luego de que el escenario había sido ocupado por otros talentos cuyas voces están en el gusto colectivo y en el corazón, en un tributo a la salsa colombiana organizado creativamente por Alberto Barros, llamado El Titán de la Salsa.

Frente al escenario, decenas de parejas sólo lo vieron cantar; es decir, no bailaron. Tal es la admiración por una de las mejores voces salseras. “Gracias, México, país al que quiero y que me ha dado tanto cariño”, dijo la estrella, quien al final firmó autógrafos en alguna de las páginas del librillo que acompaña al disco Tributo a la salsa colombiana, concepto creado por Alberto Barros.

La pista estuvo llena; se bailaba codo con codo y se hacía el esfuerzo para no golpear al de al lado, al de atrás, al de enfrente. “Una aventura… es más bonita…” Los alumnos de las escuelas de baile lustran el piso. Uno, dos, tres, cuatro movimientos, vueltas y giros; las damas se dejan llevar. Una mano se desliza por sus cinturas. Llevan el ritmo que su pareja impone.

Aplauden cada una de las interpretaciones. Piden más y Charlie está satisfecho. Voltea a ver a Barros, quien asiente, le da la razón. La noche es inolvidable.

Otra pieza y las parejas se revientan su dancing en los pasillos. En la zona de arriba también la fiesta está en su apogeo. Hay mesas donde los amigos o familiares suman una decena. En algunas, sólo una pareja que se basta a sí misma. Uno que otro baila solo y busca con la mirada a las que han llegado sin compañía. Es la noche y son las horas del amor. Desde horas antes, ellas y ellos han salido en busca del amor.

El padre de Alberto Barros se llamó José, quien compuso joyas como La piragua, El pescador y Las pilanderas; falleció el 12 de mayo de 2007. Alberto se ha dado a la tarea de reunir a grandes intérpretes de la salsa, principalmente colombianos, aunque hay astros de Venezuela, como Daniel Silva; de Panamá, como Gabino Pampini, y de Cuba, como Raquel Zozaya. Entre los colombianos destacan Charlie Cardona, Diego Morán, Wilson Saoko, Saulo Sánchez, Andy Caicedo y Moncho Santana.

Salsa sabrosa y buena

La noche del viernes, como pocas veces, se reunieron verdaderas estrellas: Moncho Santana –que coincidiera en agrupaciones con Barros como Grupo Star y Grupo Niche– cantó Cali pachanguero. Cali Alemán, nicaragüense y ex cantante de Orquesta Guayacán, interpretó Torero y Me amas o me dejas. Tommy Ruiz, quien es el comodín ideal de Alberto, ya que lo tuvo como cantante en Los Titanes y ahora cubre muy bien las ausencias, entonó Oiga, mire, vea y Sobredosis (de la inspiración de Alberto Barros).

Daniel Silva, bajista que ha estado en muchas agrupaciones, destacando la de Óscar de León y Grupo Niche, cantó Cachondea. Saulo Sánchez, popular sonero colombiano, cantó La palomita. Wilson Saoko, ex integrante de Fruko y sus Tesos, deleitó con temas como El preso y La rebelión. Gabino Pampini:  Micaela y Mi vecina.

Hasta que llegó Charlie Cardona, que hizo vibrar y bailar con Por retenerte y los clásicos Una aventura y Se pareció tanto a ti.

Alberto Barros expresó: “Cuando salió el reggaetón hubo un bajón de la salsa, pero ya vamos en ascenso. El reggaetón ha afectado a nivel comercial, pero así pasa con las modas. La colombiana es la salsa más comercial y bailable del mundo. Se hace con la esencia del sentir, sin influencia del jazz, como ocurre con la salsa de Puerto Rico.

“La salsa mexicana no ha trascendido”, precisó.

 
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