Usted está aquí: martes 21 de octubre de 2008 Política Conmemoración de los pueblos: el Bicentenario

Magdalena Gómez

Conmemoración de los pueblos: el Bicentenario

A medida que se acerca 2010 los comités gubernamentales afinan propuestas, programas, monumentos, rutas, carreteras y hasta torres del bicentenario. Si nos acercamos al eje de la próxima fiesta, resulta que está en dos grandes revoluciones, encabezadas por líderes que en su momento fueron criminalizados y estigmatizados, ni qué decir de la gran masa que perdió la vida en las luchas, primero por la Independencia y después por la Revolución. Dos siglos después el Estado que resultó de esos grandes movimientos se autoerige en comité organizador de aniversarios “del pasado”. Si algo reclama la sociedad es la garantía para el ejercicio de los derechos que fueron plasmados en la Constitución de 1917 y los que se han alcanzado en el plano internacional, especialmente los relativos a derechos humanos .

En paralelo, la movilización social crece como producto del descontento igual con la Alianza por la Calidad de la Educación que por la intentona de privatizar el petróleo, cuya fase ahora está en que lo harán, “pero poquito”. En ese contexto abundan los calificativos en ciertos medios contra los diversos liderazgos, sean los maestros o los seguidores del gobierno legítimo. Destacan los señalamientos de “violentos” unos, “peligros para México” otros. Pero no se quedan ahí; no es sólo guerra de papel o de micrófonos. A los maestros en Morelos les pusieron por delante al ejército y a las policías federal y estatal para impedir el cierre de carreteras y se enfilaron contra habitantes de Xoxocotla, Morelos, por apoyar al magisterio local.

Al movimiento en defensa del petróleo ya le anuncian que le impedirán la toma de tribuna en el Congreso cuando se difunda el acuerdo mayoritario en torno a la reforma petrolera. El Estado fallido, como bien lo define Noam Chomsky, padece, entre otras cuestiones, de un déficit democrático, y el mexicano con una mano “prepara festejos” y con la otra reprime, censura, criminaliza a los opositores al gobierno que son calificados así por demandar que se respeten sus derechos.

Pero el asunto no se queda ahí: lo que en unos se califica de violencia, en otros se concede que sus acciones son propias del mercado, como el caso de los empresarios sacadólares que han motivado una disminución considerable de las reservas en las finanzas nacionales.

La lista de contrastes ominosos es muy larga; la perla más reciente: las autoridades educativas reivindican la plena vigencia de una Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE) decretada sin una participación real del magisterio de base y de la mano de un liderazgo del sindicato oficial del gremio, el SNTE, que, respaldado en la impunidad que le resulta de las alianzas previas y no tan escondidas de 2006, se aprestaba con ostentación a regalar costosísimos vehículos a los líderes leales que ante el escándalo generado se transmutó en inocente rifa a la millonaria compra de conciencias.

Mientras se afinan las rifas del tigre, perdón de las Hummers, la caravana nacional del magisterio democrático partirá esta semana desde distintos puntos del territorio nacional para arribar al Distrito Federal el 23 de octubre y “acordonar” la Cámara de Diputados en demanda de la cancelación inmediata de la ACE en todo el país, así como un incremento sustancial a los recursos públicos que se destinan a educación. Las reacciones defensivas oficiales son de pronóstico reservado, pues también tendrán que enfrentar a las bases del movimiento en defensa del petróleo atentas al resultado de las propuestas legislativas en esta materia.

Pero no sólo los poderes Legislativo y Ejecutivo están emplazados; también el Judicial, a través de los magistrados del quinto tribunal colegiado en materia penal del primer circuito, deberá resolver la revisión del amparo 132/2007, otorgado al ex presidente Luis Echeverría Álvarez; está en juego la valoración sobre la legalidad de la consignación respectiva y del auto de formal prisión por el delito de genocidio.

A los movimientos en curso les asiste el derecho y las acciones pacíficas de resistencia que emprenden los coloca en el filo de una legalidad fragmentada, pues al reivindicar derechos fundamentales les oponen derechos secundarios ante la incapacidad y cerrazón gubernamental .

En ese contexto falta ver si los diversos movimientos sociales organizan el Bicentenario Alternativo de los Pueblos, el que valore a conciencia los saldos que la historia les ha dejado después de tanta lucha. Hoy es fácil homenajear a “los héroes nacionales”. Por supuesto, son políticamente impresentables los virreyes, Porfirio Díaz o Victoriano Huerta, pero, eso sí, sus virtuales herederos disfrutan de los “beneficios de la revolución”. Los otros, los zapatistas, los villistas, ésos siguen donde estaban: abajo y con los de abajo.

Qué mejor celebración de bicentenario podríamos tener si se respetaran los derechos logrados con dos grandes revoluciones. Se vale soñar.

 
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