■ Se lograron 2 mil conciliaciones y se detuvo a 400 hombres golpeadores, según su titular
En un año, 4 mil denuncias en Chiapas por atropellos contra mujeres: fiscalía
■ Han sufrido violencia física 15.5% de jóvenes de 15 a 24 años en México, según estudio de la UAEM
La Fiscalía Especializada en Protección a los Derechos de la Mujer de Chiapas –en su primer año de labores– recibió más de cuatro mil denuncias, logró más de 2 mil 800 conciliaciones y detuvo a unos 400 maridos golpeadores, informó en San Cristóbal de Las Casas la titular del organismo, Alma Rosa Cariño.
Agregó que junto con los municipios de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, esa zona indígena del estado es donde ocurren más casos de violencia contra mujeres porque los varones alegan usos y costumbres para agredir a sus parejas y las víctimas no los denuncian.
“La costumbre es que la palabra de ellas no vale”, dijo la funcionaria; anunció que para revertir esa situación se aplicará un programa de difusión de los derechos de las mujeres e instalarán oficinas de la fiscalía en nueve distritos y regiones de la entidad a partir del 25 de noviembre, Día internacional de la No Violencia.
Para promover la cultura de la denuncia entre las mujeres, abundó, es necesario “empoderarlas y que conozcan sus derechos, con el propósito de no permitir que sus maridos las golpeen”.
Por lo anterior, dijo, el programa incluye orientación sicológica, pues “nos ha faltado envalentonarnos para impedir la agresión; y aunque aún es alto el número de casos, lo importante es que desde la creación de la fiscalía ya no todas las víctimas callan”, manifestó.
Síndrome global
Como parte de la misma problemática, en Ecatepec, estado de México, se informó que 15.5 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años ha vivido algún episodio de violencia física en el país.
Del gran total, según datos de Lucina Hernández Morán, especialista de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), 75.8 de los jóvenes ha sufrido violencia sicológica, y 16.5 tuvo al menos un episodio de violencia sexual.
Al dictar la conferencia Prevención de la violencia en el noviazgo, la especialista consideró difícil detectar la violencia durante esa etapa,“pues sus signos no son visibles y pasan inadvertidos por la sociedad”, además su práctica no está tipificada como delito.
Observó que es muy común pedir la “prueba de amor” en el noviazgo, lo cual es otra expresión de violencia sexual, una costumbre que crea relaciones de dominio-subordinación, dirigida e intencional porque se ejerce sobre la persona que parece débil, vulnerable e incapaz de defenderse, y se basa en el abuso del poder.
Además –explicó– las personas que viven una relación violenta están inmersas en un círculo vicioso y su salida se dificulta porque creen que el agresor cambiará o sufren depresión, baja autoestima e incapacidad de decidir; aparte de temer quedarse sin pareja y ser dependientes afectivas o económicas, merced a lo cual recomienzan los episodios de tensión y otros ciclos tormentosos.