Usted está aquí: martes 4 de noviembre de 2008 Estados Sagarpa descarta, por ahora, programas de acopio de frijol

■ Dada la escasez, puede venderse en forma directa y a buen precio

Sagarpa descarta, por ahora, programas de acopio de frijol

■ La exigencia de los gobiernos de Durango y Zacatecas, por presiones, dice

Alfredo Valadez Rodríguez (Corresponsal)

Zacatecas, Zac., 3 de noviembre. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) analiza no crear ningún programa de acopio de frijol en el presente ciclo agrícola, como exigen los gobiernos de Durango y Zacatecas ante la presión política de organizaciones comercializadoras.

Se busca “dejar al mercado que regule precios en forma natural”, aseguró Gerardo Cordero Escamilla, secretario técnico de la Sagarpa en la entidad, a cuyo juicio la escasez nacional e internacional permite a los campesinos de la región comercializar su grano “directamente y a buen precio”, en promedio a siete pesos el kilo de frijol negro, por ejemplo.

En este momento son escasos los inventarios de frijol a escala mundial y el producto se vende con buen margen de utilidad, al grado que los mismos intermediarios pagan un precio justo a diferencia de otros años, aseguró.

Ello implica que no hay necesidad, al menos por ahora, de instaurar un plan de acopio como años atrás, cuando el gobierno federal dio “garantías líquidas” a organizaciones comercializadoras para recabar la producción de los campesinos a precio base, afirmó Cordero Escamilla.

Conforme al esquema, se coloca el frijol en el mercado nacional a buen precio y los comercializadores recuperan el dinero pagado a los campesinos, devolviendo las “garantías líquidas” al gobierno y quedándose con una ganancia.

Sin embargo, insistió el funcionario, abrir ahora un programa de acopio en vez de ayudar a los campesinos los perjudicaría porque en el caso del frijol negro se arrancaría con un precio base de 6.50 pesos el kilo, más bajo que el pagado actualmente por los intermediarios.

Por tanto –dijo– la exigencia de los gobiernos de Durango y Zacatecas para abrir un “esquema de acopio y financiamiento tiene que ver con la presión política de organizaciones comercializadoras”, constituidas en muchos casos por partidos y dirigentes campesinos regionales, algunos de los cuales aprovechan estos mecanismos en forma clientelar y defraudan a los productores.

Como ejemplo, Cordero Escamilla citó a organizaciones que tuvieron problemas a la hora de pagar a los productores, entre ellas Los Zacatecos, que encabeza el Partido del Trabajo, y Granero Nacional, de la Confederación Nacional Campesina (CNC) del PRI. Ambas –denunció– han demorado a los campesinos hasta siete meses el dinero de su frijol, pese a tener “garantías líquidas y financiamiento” del gobierno federal para su pago oportuno.

De hecho, reveló, de las 10 organizaciones comercializadoras de frijol registradas en Zacatecas (principal productor nacional de ese grano), sólo cuatro cumplieron en forma puntual a los agricultores.

 
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