Usted está aquí: miércoles 5 de noviembre de 2008 Cultura El nombre de Vázquez Montalbán debe proyectarse “de nuevo entre los jóvenes”

■ Se realizaron varios homenajes para recordar al escritor a cinco años de su fallecimiento

El nombre de Vázquez Montalbán debe proyectarse “de nuevo entre los jóvenes”

■ Creo que le hubiera gustado vivir la “refundación” del capitalismo, comenta su compañera

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 4 de noviembre. El escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán murió el 18 de octubre de 2003, en una fría sala de espera del aeropuerto de Bangkok, cuando su maltrecho corazón dejó de palpitar. A cinco años de una pérdida que conmocionó al mundo de las letras en España, América Latina y otros países europeos, como Italia, donde era muy leído, la figura del creador del mítico personaje de Carvalho se recuerda como lo que fue: un escritor infatigable, un crítico acérrimo y lúcido de la globalización impuesta por “los globalizadores”, y experto gastrónomo.

Anna Sallés, su compañera durante 40 años y catedrática de historia contemporánea en la Universidad de Barcelona, explicó que sin duda una de las cosas que más le hubiera apasionado vivir a Manolo habría sido la actual crisis del capitalismo. Pero también tiene varios lamentos, sobre todo uno: por la “pésima distribución” de los libros que hay en España, es prácticamente imposible encontrar uno de Vázquez Montalbán en las librerías del país, a pesar de que fue autor de más de un centenar de obras, tanto de poesía, novela, cuento, ensayo y periodismo. Vázquez Montalbán fue, entre otras cosas, articulista habitual de La Jornada.

Primero, Sallés recordó aquella fatídica noche, cuando conoció la noticia de la muerte de su compañero, amigo y cómplice intelectual: “Me enteré de la muerte de Manolo de madrugada. Recuerdo que teníamos todo preparado para ir a buscarlo al aeropuerto, junto a Daniel, su mujer de entonces, y su niño. Ya habíamos reservado mesa en un restaurante para que pudiera comer el arroz que tanto le gustaba. Pero me llamaron de madrugada, diciéndome que Manolo había muerto. Teóricamente yo estaba preparada para que un día u otro me dieran esa noticia, puesto que tenía un corazón que era una bomba de relojería. Él lo sabía, mucho más después de la operación a corazón abierto que le hicieron en 1994. Pero parece que estás preparado y no es así, sobre todo por la brutalidad con la que me lo dijeron. Me llamaron a las dos y media de la madrugada, me preguntaron quién era yo y me manifestaron lo siguiente: ‘Le comunico que el señor MVM ha muerto en el aeropuerto de Bangkok’. Punto”.

Congruencia ideológica

Respecto de los homenajes que se han efectuado en honor de Vázquez Montalbán, Sallés está agradecida porque pueden servir para proyectar de nuevo su nombre entre los lectores más jóvenes, sobre todo por las dificultades para encontrar libros de uno de los autores españoles más relevantes de la segunda mitad del siglo XX.

“La distribución de libros en este país es un desastre. Yo me quejo muchísimo, porque mucha gente me comenta las dificultades de conseguir un libro de Manolo hoy día en las librerías españolas, ya sea en Madrid, Barcelona, Murcia o Sevilla. Y con la cantidad de libros que escribió, pero es un problema de distribución y de la voracidad y el consumismo desmedido en el que ha caído la industria editorial”, señaló.

Sallés también destacó que desde la muerte de Vázquez Montalbán cada año se celebra un día en su honor en un centro cívico que lleva su nombre en Barcelona, que suele hacerse “en torno al 20-N”, por la fecha en la que murió el dictador Francisco Franco.

En cuanto a los escritos sin publicar que dejó en su biblioteca y despacho personal, Sallés explicó que “había un libro de poemas que salió recientemente a la luz con la publicación de su poesía completa, pero el día que empiecen a mirar con más detenimiento es posible que encuentren más cosas. Sólo hay una parte que sí se ha trabajado, gracias a un estudiante que elabora una tesis doctoral sobre la obra periodística de Manolo. Pero como él escribía todo el tiempo, sobre cualquier tipo de papel, es posible que haya algún poema suelto, pero cuentos o novelas no creo, pues normalmente los tenía en su ordenador”.

–¿Qué momento de estos cinco años cree que le hubiera gustado vivir a Manolo?

“Creo que le hubiera encantado poder vivir este momento de crisis del capitalismo, pues los que han estado todo este tiempo mirando a otra parte sobre los problemas que hay en el mundo, ahora nos dicen que hay que refundar el capitalismo. Me pregunto, y creo que también se preguntaría Manolo, dónde estaban cuando todos estos chorizos (ladrones) robaban dinero a raudales. Pues él siempre fue muy fiel en su crítica al sistema capitalista, incluso creo que una de las causas del resentimiento que había hacia Manolo de ciertos sectores de la izquierda española es porque siempre se mantuvo fiel a una línea y a unos presupuestos ideológicos.

“Hay que recordar que siempre dijo que la globalización era imparable, pero lo que había que plantearse era qué tipo de globalización se está poniendo en marcha. Fue uno de los primeros en hablar de globalizadores y globalizados, y en eso estaba cuando visitó al subcomandante Marcos en Chiapas y escribió el libro. Recuerdo que entonces lo criticaron algunos sectores ligados al socialismo español de que estaba haciendo turismo revolucionario, cuando a él lo que le interesaba era precisamente la lucha y el símbolo de esa región como un ejemplo de la gente en el planeta que no quiere ser globalizada bajo determinados presupuestos de los globalizadores. Ahora la realidad le da un poco la razón, por eso creo que le habría apasionado vivir este momento.”

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.