■ El presupuesto de gastos 2009, inyección de energía a la economía, sostuvo el secretario

Dispone el gobierno de $100 mil millones para épocas de vacas flacas: Carstens

■ Con la compra de coberturas contra caídas de precios del crudo se protege el ingreso petrolero

Juan Antonio Zúñiga

El gobierno federal cuenta con fondos por más de 100 mil millones de pesos para enfrentar escenarios complicados hacia adelante, y un presupuesto para 2009 aprobado con tiempo suficiente para mantener la continuidad en el ritmo del gasto público, una condición de “vital” importancia “para enfrentar los vientos adversos que vienen del exterior”, manifestó Agustín Carstens Carstens, secretario de Hacienda y Crédito Público.

En conferencia de prensa, en la que ponderó reiteradamente la aprobación del presupuesto de gastos del próximo año por una amplia mayoría de diputados de todos los partidos, el funcionario explicó que el Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros “ya tiene hoy por hoy más de 55 mil millones de pesos; se va a alimentar con cerca de 30 mil millones de pesos durante 2009, y también está el Fondo de Estabilización de Ingresos de Pemex de los estados, de tal forma que la suma total de nuestros fondos son más de 100 mil millones de pesos”.

Esos fondos, precisó, “se hicieron con la inteligencia de que tuviéramos –diciéndolo muy llanamente– guardaditos, ahorros para épocas de vacas flacas”.

El secretario de Hacienda se refirió al presupuesto de gastos 2009, aprobado en la víspera por la Cámara de Diputados, como “una inyección de energía a nuestra economía”. Enumeró algunas de las partidas de mayor incremento en la asignación de recursos: un aumento real de 50.3 por ciento para la Secretaría de Seguridad Pública; de 29.8 por ciento para Desarrollo Social; de 25 por ciento para la Secretaría de Economía; de 18.7 para Comunicaciones y Transportes, con un presupuesto de 50 mil millones de pesos para carreteras; aumentos en Salud de 17 por ciento y en Educación Pública de 10 por ciento en términos reales.

El presupuesto de gastos, dijo, “es un instrumento que va a ser sumamente útil para enfrentar las difíciles circunstancias, los vientos adversos que nos están viniendo del exterior”, pero declinó elaborar pronósticos sobre el virtual comportamiento de la economía mexicana en lo que resta de este año y en el próximo, luego de conocer las perspectivas presentadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

“Realmente ahora es muy difícil hacer pronósticos. El Banco de México hizo un pronóstico ya por debajo del 1.8 por ciento implícito en la Ley de Ingresos. Nosotros estamos haciendo nuestras cuentas (...). Yo creo que lo valioso del mensaje de la OCDE es que nos señala, nos ratifica, que sí vamos a enfrentar un periodo complejo hacia adelante; que sí hay fuerzas de desaceleración en nuestra economía, y en las próximas semanas estaremos analizando esto, y cuando corresponda le pondremos número a la casa”.

Más adelante, el secretario de Hacienda retomó el tema. “Ciertamente uno puede construir escenarios donde todas las cosas empeoren dramáticamente, y sería iluso decir que no nos veríamos afectados. Confiamos en que las acciones conjuntas y cooperativas que se van a tomar en el ámbito internacional, junto con las que estamos tomando localmente, van a ser muy importantes para mitigar las fuerzas recesionistas que estamos enfrentando. Vemos que hay espacio para que, por ejemplo, a través de un programa amplio de impulso fiscal entre todos los países del mundo, sobre todo los del G-20, eso pueda ser una diferencia muy importante”.

Respecto al precio interno de las gasolinas en el país, que ahora es incluso superior al de algunas regiones de Estados Unidos, Agustín Carstens apuntó: “ciertamente nuestro deseo es que este estrechamiento entre los precios se logre, que se dé esta convergencia, y una vez que tengamos certeza de que esto es sostenible, sí ajustar nuestra política de tal manera que le podamos ofrecer los menores precios posibles de gasolina a la población, sin incurrir en gasto adicional”.

Consideró también que “los fundamentos macroeconómicos de México son congruentes con un tipo de cambio más bajo al que estamos viendo hoy en día; pero por otro lado creo que no sería apropiado que yo me pusiera a dar pronósticos”.

Pero sí puedo asegurar, concluyó, “es que la fortaleza monetaria del país, la salud de nuestro sistema financiero, el monto de reservas internacionales que tenemos, todas las contingencias que hemos cubierto, nos marcan un entorno de estabilidad y de anclaje de mediano plazo de nuestras variables financieras”.

Costo de coberturas, 500 mdd

La Secretaría de Hacienda informó que desde fines de julio de este año comenzó de manera gradual la compra de coberturas contra el riesgo de reducciones en los precios del petróleo, con lo cual se ha protegido el nivel de ingresos petroleros del gobierno federal previsto para 2009.

El costo de esas coberturas, que abarcan 330 millones de barriles, es de mil 500 millones de dólares, y en ellas se establece que si el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación de crudo es menor a 70 dólares por barril, las contrapartes (“instituciones financieras internacionales de altísima calidad crediticia”) cubrirán la diferencia; pero si la cotización rebasa ese límite, entonces no pagan nada y se quedan con las primas.

La dependencia indicó que “el monto total cubierto fue de 330 millones de barriles, que equivalen al volumen de exportaciones netas de productos petrolíferos contemplado en el paquete económico 2009”, y estimó en 9 mil 553 millones de dólares el costo actual de las coberturas. “Esto último significa que de materializarse un precio promedio similar a los actuales para todo 2009, el gobierno federal recibiría una compensación de 9 mil 553 millones de dólares”.

El secretario de explicó que “obviamente este monto varía conforme se vaya comportando el precio de referencia. Si el precio de la mezcla mexicana resulta por arriba de los 70 dólares, no recibiríamos nada”.