Usted está aquí: viernes 14 de noviembre de 2008 Política La aplanadora PRI-PAN desechó las 71 reservas del Frente Amplio al presupuesto

■ Agrió el festejo blanquiazul la denuncia de que Carstens gasta $3 mil diarios en comida

La aplanadora PRI-PAN desechó las 71 reservas del Frente Amplio al presupuesto

■ Fueron infructuosos los esfuerzos por reducir gastos superfluos de funcionarios de alto nivel

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Ampliar la imagen Voto –y festejo– panista por la aprobación del Presupuesto de Egresos para el próximo año Voto –y festejo– panista por la aprobación del Presupuesto de Egresos para el próximo año Foto: Carlos Cisneros

Durante siete horas y media, la mayoría del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados, con su incondicional seguidor, el PVEM, plancharon una a una las 71 reservas que defendió en tribuna el Frente Amplio Progresista (FAP) para modificar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009 y sólo dejó pasar la del panista Xavier Maawad para restituir a la Cámara de Senadores 300 millones de pesos para su nuevo edificio. La aplanadora fue tal que, impulsados por Héctor Larios, los panistas hacían la ola cada vez que rechazaban las modificaciones al decreto… hasta que el perredista Gerardo Villanueva denunció que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, gasta 3 mil pesos diarios en comida.

Entonces se les congeló la sonrisa. Comenzaron los gritos, el manoteo de Juan José Rodríguez Prats, que desde su curul exigía al perredista se limitara a realizar su propuesta de recortar las erogaciones superfluas de los funcionarios, especialmente los viáticos y “gastos de representación”, pero que no dijera sus nombres.

Viajes a costa del pueblo

“A los panistas les gusta viajar mucho, pero no de su bolsillo, sino que pague el pueblo de México y se cargue al presupuesto”, reprochó Villanueva desde la tribuna. Minutos antes festivos, los panistas se descompusieron y el presidente de la Comisión del Distrito Federal los conminó a un debate que se habían negado a dar para temas sustantivos, como la reorientación del gasto corriente, poner candados al gasto de comunicación del gobierno, reducir los precios de los combustibles y la energía eléctrica, limitar las pensiones de los ex presidentes, temas postulados por el FAP y hasta por el solitario priísta Alberto Amador Leal.

Villanueva se siguió: “Agustín Carstens no nada más gana 149 mil 582 pesos: tiene además un pago adicional de 66 mil pesos denominado ‘pago de riesgo’ ¡por haberse arriesgado a regresar a México y dejar su cargo en el Fondo Monetario Internacional! Además de los gastos de alimentación, ¡que vaya que son costosos!: son 3 mil pesos diarios para el secretario de Hacienda”.

Por si fuera poco, dijo, tiene asignados cuatro celulares. “Si nada más tiene dos orejas, yo no sé cómo le hace para tener cuatro celulares. También tres vehículos, 500 litros de gasolina al mes…”, punzó entre las exclamaciones del panismo.

El legislador también se refirió a los gastos del director de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, que además de su salario de 144 mil pesos tiene seguro de gastos médicos mayores, una prima vacacional de 24 días al año, 44 días de aguinaldo, vehículos y vales de gasolina. Igual que Luis Pazos de la Torre, titular de la Comisión Nacional de Defensa de Usuarios de ServiciosFinancieros. Y también Alfredo Elías Ayub, a quien se le pagan 36 mil pesos al mes para un teléfono celular. Ironizó: “Ha de hablar a China por horas”.

“A esto nos referimos cuando hablamos del despilfarro y del desprecio que tienen por el sufrimiento de la gente que padece la crisis económica”, manifestó, y los gritos de los panistas, sobre todo de Cristian Castaño, subían de tono. “Tranquilo, Cristian, tranquilo, no te alteres. ¡Cómo duele la verdad!”, le soltó.

En contraste, los panistas sí querían apartar 30 millones de pesos, 15 para cada cámara, para organizar los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, pero en tribuna los diputados José Alfonso Suárez del Real y Cuauhtémoc Sandoval cuestionaron ese gasto. “Las efemérides no se conmemoran con dinero, sino con actitudes patrióticas. No se trata de gastar dinero”. El promotor de la modificación, Francisco Fraile, argumentó que se trataba de “un apoyo”, y después Sandoval descubrió que Fraile, “fiel representante del Yunque”, trataba de destinar esos 30 millones a “proyectos editoriales”.

Cerró Suárez del Real: “Antes de dar inicio a la Revolución, esos preclaros mexicanos no necesitaron recursos económicos para reunirse y dar origen a nuestra Carta Magna”.

Ante el silencio del blanquiazul por la contundencia de los argumentos, Ruth Zavaleta les resolvió el entuerto: propuso que el Comité de Administración y la Junta de Coordinación Política firmaran un acuerdo y se reservaran los 15 millones para cada cámara. Fraile retiró su propuesta.

Horas antes, casi al inicio de la presentación de las reservas, y cuando se perfilaba que panistas y priístas dejarían pasar el tiempo sin debatir, la diputada de Convergencia Layda Sansores Sanromán lamentó que el presupuesto se aprobara “en medio de una política marrullera y es resultado de acuerdos cupulares excluyentes. Los diputados somos testigos de piedra, parte de una escenografía grotesca. Resultamos comparsas. De los 3 billones sólo nos apartaron la morrallita”.

Los panistas se ensañaron con ella. Mientras proponía constituir un fondo de 47 mil millones para compensar las pérdidas de los trabajadores que tienen sus ahorros en las Afore, le gritaron “¡tubo, tubo..!”, y fueron los mismos que después insultaron a Valentina Batres cuando propuso reglamentar el uso del presupuesto en campañas del Ejecutivo, que se concentran en radio y televisión. “Este gobierno se ha erigido en el gobierno del espot”, dijo enseguida su compañera Aleida Alavez.

La mayoría también rechazó una propuesta del diputado de Convergencia José Manuel del Río Virgen para acotar las pensiones de ex presidentes que, dijo, le cuestan al país más de 300 millones de pesos por el aparato que los rodea. Además, citó que Sara Bermúdez tiene un sueldo de 119 mil 747.56 pesos al mes. También, preguntó: “¿por qué el Estado le tiene que pagar a Sasha Montenegro (viuda de José López Portillo), si ya cobra por sus películas?”

Amador Leal pintó la sesión, el decreto y su desánimo: “este presupuesto es frágil y hasta furtivo. Y sé que mi participación es simplemente testimonial”. A las 3:40 de este jueves, la aplanadora terminó su trabajo.

 
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