Usted está aquí: lunes 17 de noviembre de 2008 Deportes Manolo y Don Fer

TOROS

José Cueli

Manolo y Don Fer

Bien dice don Manuel Martínez Remis:

“En el natural se pierden / las horas de los relojes / huele a cornada caliente / y a tomillo en los zajones / a verdad de campo verde / a esencia pura y a bronce”.

“En el natural parece / que los cuernos son más cuernos / se siente la calentura / de los palpos del silencio / ¡en el natural se palpa / la soledad del toreo!”

Como bien dice el poeta Manolo Mejía nos hizo palpar la soledad del torero. El torero se encontró con Don Fer de la ganadería michoacana del Junco, ausente de la México hace años y nos llevó de la mano a deleitarnos con la cátedra de toreo que realizó basada en el pase natural que es la verdad y esencia del quehacer torero. Terminó con el “interminable derechazo” y mostró la maestría que ha atesorado en su paso por los redondeles. Toreo a la “justa distancia”, esa justa distancia que define a los grandes toreros y al resto. Cinco o seis tandas de pases naturales en los que se recreó en cada una, en seis o siete pases, bien rematados, en el centro del redondel en los que relajado, templó, mandó y dominó a Don Fer, quien terminó como su colaborador.

Este Don Fer tan bravo como Jolgorio, de Rancho Seco, de la semana pasada o el indultado de Santa María Xalpa. Don Fer fue bravo con el caballo y la muleta, noble y claro y fijo en la franela del torero y una transmisión que le dio vuelo al quehacer de Manolo, que, a su vez, nos permitió ver las cualidades del magnífico burel. Espléndida corrida con otro toro el de la alternativa de Pedro Rubén, que se encontró con el toro soñado y ni se enteró. Un toro que se toreaba solo, poseedor de una bondad franciscana que no quería ni tocar el ruedo para no lastimarlo. Espléndido fue el primero de Espíndola poco toreado, valeroso, que se llevó dos arropones de órdago y dejó ir vivo a su segundo enemigo.

Salimos del coso en la noche que se descolgó por el balcón del silencio, después de contemplar que en el pase natural, los cuernos son más cuernos y se siente la calentura a pesar de la fría noche.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.