Usted está aquí: lunes 17 de noviembre de 2008 Política Zapatistas del municipio autónomo Lucio Cabañas denuncian agresión “paramilitar”

■ La apropiación ilegal de recursos forestales por grupos priístas desata el conflicto

Zapatistas del municipio autónomo Lucio Cabañas denuncian agresión “paramilitar”

■ Los indígenas afectados se quejan de “tala clandestina y saqueo masivos” por unas cuantas personas

Hermann Bellinghausen (Enviado)

San Cristóbal de las Casas, Chis. 16 de noviembre. Priístas “paramilitares” del ejido Santa Rosalía, municipio de Comitán, agredieron, amenazaron de muerte e intentaron expulsar a bases de apoyo zapatistas pertenecientes a la región Nuevo Amanecer Emiliano Zapata, municipio autónomo Lucio Cabañas. Los mismos agresores son acusados del homicidio de Ernesto Hernández Gómez, “por defender sus derechos”, el pasado 13 de enero.

La junta de buen gobierno (JBG) Corazón del Arco Iris de la Esperanza, con sede en el caracol de Morelia, denunció que el 10 de noviembre fueron “detenidos” Armando Hernández Pérez, Mario Gómez Díaz y Mardonio Gómez Díaz, bases de apoyo del EZLN, quienes transportaban madera legalmente.

La JBG identifica a priístas como Cristóbal Díaz Gómez (comisariado ejidal), Marcelino Gómez López, Fidencio Hernández Jiménez, Caralampio Hernández López y José Gómez López, todos armados, junto con otras 20 personas.

Los “detenidos” fueron llevados a la casa ejidal “para un arreglo pacífico”, pero en vez de diálogo, recibieron golpes y burlas, “y las autoridades no controlaron a su gente; en vez de calmar el ánimo de violencia, son los primeros de sacar armas de sus casas”. Junto a la vivienda del zapatista Carmelino Gómez Velasco esperaban 60 priístas más, encabezados por Javier Gómez Sántiz y Armando Méndez Hernández.

Éstos, junto con Marcelino Gómez López, golpearon a los “detenidos” mientras “gritaban palabras feas e insultos”. Entonces se presentaron “otros compañeros del ejido para auxiliarlos”. Gómez López intentó disparar a Juan Carlos Gómez Díaz, “y el arma no dio fuego”. Los zapatistas “en ningún momento usaron armas, su única defensa fue la palabra razonable”. Aun así lograron desarmar al atacante, quien entonces “intentó machetear” a Carmelino.

Después, el mismo individuo pateó a Claudia Gómez Díaz, embarazada, mientras Bernardo Pérez López intentaba navajear a Sabino Hernández Pérez. Javier Gómez Sántiz pateó a Consuelo Hernández Jiménez y amagó con violarla. Armando Méndez Hernández arremetió contra Estela Gómez Díaz, también embarazada, y a Herlinda Gómez Díaz. Dos zapatistas más fueron amenazados de muerte. Los hechos dejaron 10 zapatistas heridos.

Los priístas secuestraron el carro que transportaba “10 docenas de madera” para Matilde Pérez Gómez, viuda de Ernesto Hernández, de cuyo homicidio la JBG acusa a Javier Gómez Sántiz, Armando Méndez Hernández, Mariano Pérez Hernández, Fidencio Hernández Jiménez, Raymundo López Gómez, José Pérez Hernández “y su grupo paramilitar”.

Entre los motivos del conflicto la JBG señala “tala clandestina y saqueo masivo” por unos cuántos priístas. También que ha buscado el diálogo, infructuosamente.

El 11 de noviembre, a escasos metros de San Caralampio El Edén, sede de la región Nuevo Amanecer Emiliano Zapata, se apostaron policías municipales y estatales.

Horas después se presentaron en mayor número. Un comandante de la policía sectorial entregó un oficio suscrito por Mario Eduardo de León Castillejo, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana. La víspera se habían registrado dos disparos a corta distancia la sede regional autónoma.

El 12 de noviembre, una comisión del municipio rebelde ofreció a la autoridad del ejido Santa Rosalía una invitación por escrito para reunirse “y dar una solución” al problema.

La respuesta fue de nuevo la violencia a golpes, en presencia de los representantes del alcalde comiteco, Oscar Eduardo Ramírez Aguilar: Juan Antonio Cosío, delegado de Gobierno; Mario Guillén, director de gobierno municipal, y Enrique Argüello.

La JBG recordó que “los paramilitares son responsables de las agresiones el 6 de agosto de 2006, cuando Marcelino Gómez López “golpeó fuertemente a Estela Gómez Díaz” y Mario Díaz Gómez intentó asesinar al niño Moisés Hernández Gómez.

La JBG, el municipio autónomo y la OCEZ-DI-UNOPII llevan cinco años intentando dialogar con los priístas “para terminar el problema agrario, alcanzar una distribución equitativa y el cuidado de nuestros recursos maderables”. Las autoridades de Santa Rosalía rompieron las pláticas.

“Una de nuestras demandas es la tierra. Nuestras bases zapatistas no deben ser expulsados de la comunidad, pues son ejidatarios básicos y legítimos derecheros”, apunta el comunicado.

La versión completa del comunicado de la JBG

 
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