Montañas mexicanas, clave en estudios sobre la vida

José Antonio Román

Las montañas mexicanas podrían explicar la evolución de la vida en el planeta, dijo Heribert Insam, científico austriaco del Instituto de Microbiología de la Universidad de Innsbruck, que pretende colaborar con científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el estudio del surgimiento de la vida después de un periodo de glaciación.

El interés del especialista en suelos y microbiología ambiental considera que el Pico de Orizaba, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, podrían responder preguntas clavea sobre los procesos de evolución de la vida en el planeta.

Explicó que los sitios idóneos son algunas zonas de los volcanes del centro de México, que se elevan a más de 5 mil 200 metros sobre el nivel del mar, y cuyas nieves datan del silgo XVI. Allí la vegetación vuelve a aparecer lentamente cuando se deshace la cubierta de agua congelada, lo que prueba que existe vida microscópica.

“Se pretende observar la evolución de esos organismos hasta que aparece la biodiversidad, así como averiguar qué hacen para superar la deficiencia de nitrógeno en el suelo, si acaso primero surgen organismos que sintetizan ese elemento –necesario para que germinen las plantas con follaje–, y si existe alguna forma de vida que capte el amonio libre en el entorno”, explicó el investigador.

En un comunicado, la UNAM informó que el investigador austriaco ya entró en contacto con el Instituto de Geofísica, pues desea obtener muestras de suelo para separar los organismos que ahí habitan. En su primera visita planea colectar muestras de suelo, pero también busca establecer algún convenio de colaboración con científicos universitarios, interesados en esta corriente de la microbiología.

Dijo que en estos sitios existen grandes poblaciones de microorganismos: en un solo metro cuadrado se podrían encontrar formas variadas de vida, especializadas en diferentes funciones. La ventaja es que esos suelos prácticamente no han sido alterados, lo que permite saber a qué época corresponde cada una de las capas y facilita obtener respuestas sobre cómo han cambiado las cosas, a escala microscópica.

“En esos niveles ocurren cosas similares a lo que ocurre en las comunidades humanas: si hay cambios en el ambiente, se buscan formas de adaptación. Aquí, lo que se puede ver es cómo se reinicia la vida después de una larga temporada de glaciación”, indicó.

Las expectativas del austriaco estriban en establecer un proyecto que describa secuencias evolutivas, desde el nivel microscópico hasta el macroscópico.