Usted está aquí: miércoles 19 de noviembre de 2008 Política La decisión de Encinas divide opiniones entre perredistas

■ Postura responsable, afirman unos; se equivocó, sostienen otros

La decisión de Encinas divide opiniones entre perredistas

■ Desconcierto en IU

■ Su movimiento, copia del de AMLO: chuchos

Alma Muñoz, Andrea Becerril, Roberto Garduño, Enrique Méndez y Rocío González

La decisión adoptada por el ex candidato a la presidencia nacional del PRD Alejandro Encinas, de no aceptar la secretaría general, causó desconcierto entre integrantes de Izquierda Unida, a quienes quedó claro que Hortensia Aragón, compañera de fórmula del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, asumirá el cargo, como señalan los estatutos del partido del sol azteca.

En tanto, la postura de Encinas fue considerada “responsable” por los senadores Carlos Navarrete y Pablo Gómez. A su vez, entre los diputados hubo reacciones favorables, toda vez que, señaló Valentina Batres, “el registro nos pertenece a todos y salirnos (del PRD) es como aceptar que el Estado puede decidir sobre las dirigencias de los partidos”.

Entre los diputados hubo quienes aplaudieron la postura de “no convalidar el fraude”; pero otros, provenientes de Nueva Izquierda, consideraron que la decisión fue un error y calificaron el movimiento al que convocó Encinas de “mala copia” del que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

El senador Ricardo Monreal definió que aunque la decisión fue políticamente correcta y diluye la posibilidad de la ruptura y de la construcción de un nuevo grupo parlamentario, “la base militante tiene dudas sobre lo que sigue y cómo mantenerse en el PRD para que puedan participar en equidad, sin ser parte del grupo que dirige el partido; si se les va a tomar en cuenta o no”.

Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional, y Roberto López, de Izquierda Social, señalaron que lo mejor era que Encinas aceptara la secretaría general.

Juan Manuel Ávila, de Foro Nuevo Sol, recordó que a Encinas, desde hace un año, su corriente le dejó claro que, si no aceptaba el cargo que le correspondería en caso de quedar en segundo lugar, por estatutos la asumiría Aragón.

Para el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, Encinas no contribuirá a fracturar al PRD y asumió una determinación en favor de la unidad partidaria. Agregó que es una decisión correcta que todos los militantes y dirigentes del PRD deben reconocer. Además, resaltó que quienes “andan zopiloteando al PRD se quedaron con las ganas”.

Hacia una solución integral

A su juicio, con ese anuncio culmina la larga discusión y se abre la posibilidad de que el PRD vaya a una nueva etapa a partir del nuevo consejo nacional. Navarrete aseguró que ningún senador saldrá del grupo, como se había rumorado, y que los 28 legisladores “tienen experiencia política, trayectoria, por lo que no veo a nadie del grupo dejando caminos por veredas”, en relación con la posibilidad de que algunos pudieran optar por integrarse al PT o a Convergencia.

Por su parte, el senador Pablo Gómez aplaudió la decisión de Encinas “de mantenerse en el partido y dar la lucha por un cambio de fondo”. Resaltó que la crisis en el PRD es profunda y no se resolverá por la decisión de alguien de asumir o no determinado puesto.

“El asunto es más grave: creo que debemos ir hacia la solución integral”, porque una definición importante en este momento es que el PRD deje claro que no hará alianzas con el PRI, ya que ello generaría una controversia mucho más difícil de solucionar y agudizaría aún más la crisis, dijo Gómez.

En tanto, Batres consideró correcto no aceptar la secretaría general y dar la lucha interna. “El partido no lo hace el presidente ni el secretario, sino los simpatizantes, y el fallo del tribunal electoral sólo se refiere a esos cargos. Por fortuna, los magistrados no pueden influir más, pero desafortunadamente metieron la mano.”

En tanto, el presidente de la Comisión de Vigilancia, Antonio Ortega Martínez, hermano de Jesús Ortega, consideró que Encinas adoptó “una decisión equivocada y que, me parece, se la impusieron”.

Porque de haber utilizado el sentido común y la racionalidad política tendría que haber aceptado el cargo de secretario general “para que la fuerza que él representa contara con un espacio de privilegio para recuperar simpatías, influencias y ser así un personaje decisivo en la vida política del PRD”, agregó.

En cambio, aseguró, su postura dificulta la rehabilitación de la unidad perredista frente a las elecciones de 2009, “porque se configura un polo que pretende equilibrar el partido desde fuera de éste”.

A su vez, el PRD capitalino respaldó la decisión de Encinas e indicó que estará a la espera para sumarse a la convocatoria de iniciar un movimiento para rescatar y defender la legalidad en el sol azteca. La lideresa local perredista, Alejandra Barrales, señaló que es imposible aceptar la ilegalidad que desde el Estado, por conducto del tribunal electoral, se cometió contra el partido.

 
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