Usted está aquí: jueves 20 de noviembre de 2008 Opinión Educación y ciencia. El presupuesto 2009

Javier Flores

Educación y ciencia. El presupuesto 2009

1. Con la aprobación del presupuesto para 2009 quedan en claro varias cosas. La primera muy positiva, y quizá la más importante (aunque estemos acostumbrados a las malas noticias), es que existe en nuestro país una real división de poderes. Esto es algo que desde hace algunos años resulta una novedad, pues el Poder Legislativo puede oponerse hoy a las propuestas del Poder Ejecutivo en la definición de algunas políticas públicas definidas por la asignación de recursos económicos.

2. Queda claro también que los gobiernos surgidos del Partido Acción Nacional son enemigos de la educación pública y del desarrollo de la ciencia y la tecnología, lo que constituye desde ahora una de sus banderas para las elecciones de 2009. Salvo que alguien esté mal de sus funciones mentales, quien quiera ver avances en estas áreas no puede estar al lado del PAN, puesto que sus políticas en esta materia tienen que ser corregidas, una y otra vez, por los diputados.

3. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que este año ha sido considerada la mejor universidad de habla hispana del mundo, tiene que pasar, año tras año, por el castigo del gobierno panista, quien trata, una y otra vez, de reducirle el presupuesto. Recordemos que hace algunos años, revelando su ignorancia, un diputado de Acción Nacional se burló por la reducción de recursos a la UNAM. Por fortuna los legisladores han entendido el importante papel de esta institución y han corregido, así sea parcialmente, este desatino.

Cabe destacar que ninguna universidad privada puede ocupar ahora el lugar de la UNAM, entre otras cosas, porque en esta casa de estudios se realiza casi la mitad de la investigación científica del país. Yo les diría a quienes apuestan por la educación privada, que quisiera ver que en un centro de estudios de ese tipo se cultiven, además de los campos de negocios, áreas como la astronomía, la biomedicina, la física, las matemáticas, las humanidades o las artes, como ocurre en la Universidad Nacional Autónoma de México.

4. Todos los días, instituciones que hemos creado los mexicanos, como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Cinvestav, el Cicese, el Centro de Investigaciones en Óptica, por citar sólo algunas entre decenas, ofrecen soluciones a los grandes problemas del país. Y cada año los investigadores, que son grandes mexicanos, se sorprenden porque sus esfuerzos pueden venirse abajo por la decisión de un gobierno ignorante, que puede cercenar los propósitos por hacer de México una gran nación. En estos centros se trabaja todos los días para encontrar solución a los problemas del agua, la energía, la salud, la alimentación, el cambio climático, y lograr una mayor comprensión del universo y del hombre, y generalmente estos esfuerzos son ignorados.

Por desgracia, el próximo año asistiremos a la repetición de esta lamentable historia: el Partido Acción Nacional, recortando los magros recursos de las instituciones educativas y los rectores y directores luchando por convencer a los legisladores de evitar el desastre educativo y científico. Hay que considerar que el próximo año es de elecciones, y el resultado de estos esfuerzos dependerá de cómo quede integrada la Cámara de Diputados.

Una primera conclusión, es que para que la educación, la ciencia y la tecnología avancen en nuestro país, es necesario hacer a un lado al Partido Acción Nacional, cuyo estandarte es hasta ahora el de la ignorancia.

 
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