Usted está aquí: viernes 21 de noviembre de 2008 Ciencias Prueban por primera vez célebre fórmula E=mc2 de Einstein

■ El científico alemán la propuso en 1905 en su teoría especial de la relatividad

Prueban por primera vez célebre fórmula E=mc2 de Einstein

■ Un equipo internacional de físicos demostró que la masa del protón resulta principalmente de la energía aportada por partículas minúsculas, los quarks y los gluones

Afp

París, 20 de noviembre. La masa del protón resulta principalmente de la energía aportada por partículas minúsculas, los quarks y los gluones, demostró un equipo internacional de físicos, corroborando así “por primera vez” la hipótesis presentada por la célebre fórmula de Albert Einstein, E=mc2.

En un estudio que publica la revista estadunidense Science, los físicos prueban que la masa del protón, partícula cargada de electricidad positiva, proviene “en 95 por ciento de la energía de los quarks y de los gluones”. Por lo tanto, una masa proviene de una energía.

Subestructuras fundamentales

En los núcleos de los átomos, explica en un comunicado el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIS) de Francia, se encuentran los protones y los neutrones, a su vez constituidos por quarks y gluones, especie de pequeñas subestructuras fundamentales.

La masa de los gluones es nula y, “contrariamente a lo que se podría pensar, la masa de los quarks que componen un protón sólo representa 5 por ciento de la masa de este último”. El 95 por ciento restante, según probó el equipo de físicos alemanes, franceses y húngaros, “resulta de la energía originada por los movimientos de los quarks y los gluones, así como a sus interacciones.

“Una masa surgida de una energía es un resultado un tanto desconcertante, aunque es expresado por la célebre fórmula de Einstein E=mc2 que enuncia la equivalencia entre masa y energía”, propuesta en 1905 en su teoría especial de la relatividad.

“Hasta hoy era una hipótesis; el resultado queda por primera vez corroborado”, señala el CNIS.

Esta investigación, llevada a cabo principalmente en el Centro de Física Teórica de Marsella (sur de Francia), pudo concretarse gracias a la utilización de algunas de las más potentes supercomputadoras del mundo, como Blue Gene, del Instituto de Desarrollo y Recursos en Informática Científica (IDRIS), del CNIS y del Forschungszentrum Jülich.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.